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DUDAS SOBRE EL MÓVIL DE UN HOMICIDIO

Una puñalada certera

Pedro Hernández Gil, el primer médico que atendió al doctor Carlos Malo, en la casa de socorro de La Latina, declaró ayer que "después de ver la herida me de cuenta de que se trataba de una puñalada certera en el corazón, asestada de abajo a arriba con un arma blanca muy punzante. Recomendé su traslado inmediato al hospital Clínico".Manuel Ambite, el único testigo presencial, al parecer, de la agresión que sufrió Carlos Malo, de 32 años, manifestó ayer que él. ya había ocupado el asiento anterior derecho del BMW de su colega, matrícula M-7808-FM, y que éste, después de abrirle la portezuela, se dirigía por la parte trasera del automóvil a ocupar la plaza del conductor cuando oyó voces fuertes" sin lograr entenderlas. Ambite abrió la portezuela y en ese momento vio cómo el agresor asestó una puñalada a Malo, cuando éste tenía las manos en alto. El estilete interesó el ventrículo izquierdo. Ambite cree que otro hombre que merodeaba junto al automóvil era cómplice del asaltante. Ambite desmintió haber recogido del suelo cualquier objeto de a Malo.

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La policía y la familia confirmaron ayer que los dos agresores no se apoderaron de ningún objeto de valor y que la cartera que en un principio se había echado en falta había quedado, olvidada por el médico, en su domicilio. Malo llevaba un reloj, un encendedor, un bolígrafo y algún otro objeto de oro, valorados en total en cerca de un millón de pesetas.

Pese a todo ello, Manuel Ambite y la propia familia de Carlos Malo mantenían ayer, en coincidencia con la policía, que la causa de la agresión que costó la vida al médico fue un intento de atraco.

El doctor Malo llegó a la casa de socorro en un Seat Panda-propiedad de uno de los camareros del restaurante Landó, situado en la plaza de Gabriel Miró, a 500 metros de la casa de socorro. Acompañaban al herido el gerente del restaurante, el camarero propietario del vehículo y el médico Manuel Ambite.

Los camareros de Landó oyeron golpes en la puerta, cuando el restaurante ya estaba cerrado. Vieron a Carlos Malo derrumbado al pie de la entrada y a Manuel Ambite junto a él. Los dos, en compañía de Antonio Medina y un hijo de éste, también médicos, habían abandonado el establecimiento unos 10 minutos antes. Malo y Ambite acompañaron a los dos Medina a su automóvil, que se encontraba más lejos que el BMW del fallecido. Los empleados del restaurante introdujeron a Malo en el restaurante y le desabrocharon la camisa. El doctor Ambite tomó el pulso a su colega. Los empleados del restaurante recuerdan que Ambite estaba anonanado y no parecía reaccionar, hasta el punto de que fueron los camareros quienes decidieron trasladar al herido inmediatamente a la casa de socorro de Latina, que se encuentra a unos 500 metros.

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Único testigo

Las mismas personas puntualizaron que dos de los médicos que acudieron a la cena, concretamente Antonio Medina y su hijo, llegaron al establecimiento alrededor de las 21 15 horas, mientras que los doctores Malo y Ambite entraron juntos sobre las 22.45 horas. La cena, según han manifestado los camareros que atendieron la mesa del grupo de médicos, se prolongó hasta cerca de las dos de la madrugada y transcurrió en un ambiente amistoso y relajado.

Manuel Ambite, de 56 años, vocal del Colegio de Médicos de Madrid y responsable de asuntos relacionados con sociedades de asistencia sanitaria, declaró ayer que el asaltante que abordó a Carlos Malo le apuñaló cuando él abrió la portezuela del automóvil para ver qué sucedía. Ambite, único testigo presencial, al parecer, del homicidio perpetrado en la madrugada del sábado pasado en la plaza madrileña de Gabriel Miró, se había negado hasta ayer a efectuar declaración alguna, argumentando que el asunto se encuentra sometido a los tribunales de justicia y que ya había informado a la policía.

Sin embargo, ayer por la noche, Ambite accedió a conversar con un redactor de EL PAIS en un bar cercano a su domicilio, después de haber tratado de eludir al periodista y de haberse mostrado muy aliviado cuando éste, que le esperaba en el portal de la vivienda, logró hacerle saber su identidad.

El médico explicó que conocía a Carlos Malo desde principio del presente mes, cuando el traumatólogo le pidió una entrevista para solicitar su intervención mediadora, como vocal del Colegio de Médicos, en el conflicto que mantenía con ASISA, en la que también Ambite presta sus servicios. Esta solicitud provocó, en efecto, una reunión conciliadora de directivos de ASISA con Ambite y Malo, el pasado día 14.

"Yo no tenía la menor idea del informe sobre irregularidades en ASISA", aseguró ayer Ambite, según el cual la cena del viernes respondía a una invitación de Carlos Malo para que le presentara a dos colegas que por su especialidad podrían colaborar en la captación de clientela para un centro privado u hospital de día que Malo tenía el proyecto de abrir en el futuro. Los dos especialistas invitados son los doctores Antonio Medina y un hijo de éste, aunque Ambite se negó a confirmar tal extremo.

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