_
_
_
_
_
Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Carta de una pacifista alemana a los ciudadanos españoles / y 2

Todo indica que al Gobierno González no le interesa ya la salida de la OTAN, sino sólo las dimensiones de la colaboración en y con la OTAN. La política de neutralidad española, que tuvo su máxima expresión en la asistencia a la reunión de países no alineados de La Habana, ¡se encamina desgraciadamente a su final! Entre el Ejército español y el cuartel general de la Alianza hay ya un intercambio activo de información. Oficiales españoles hacen cursos de adaptación a la OTAN, y los instrumentos de control de la defensa aérea española están preparados para su conexión a las normas de la Alianza. Los altos jefes del Ejército aceptan la integración. Con ello, el Gobierno español ha llegado allí donde los miembros de la Alianza querían llevarlo.Según nuestros dirigentes políticos, es impensable, sobre todo para Estados Unidos y la República Federal de Alemania, que una potencia media europea se integre en el continente entrando en la CEE y no quiera tomar parte en la alianza defensiva. El Gobierno González ha abandonado su ideología de no alineación y se ha dejado presionar por la pretendida fuerza de los hechos. El mismo González ha comenzado a aceptar la conexión, de la CEE con la OTAN y a utilizarla como un medio de presión frente a Bruselas. Sé de los años de frustración a causa de la siempre retrasada entrada en la CEE. Ahora se negocian las condiciones y se ha elaborado un calendario que prevé la conclusión de las negociaciones en el mes de septiembre, para que se pueda ratificar el ingreso en la CEE presumiblemente el 1 de enero de 1986. El Gobierno necesita a toda costa la baza de la CEE para poder hacer digerible al pueblo su cambio de rumbo en las cuestiones de defensa. Pero este procedimiento sigue siendo desleal. Las numerosas encuestas, que manifiestan el creciente escepticismo con que los españoles siguen considerando el tema de la OTAN, me llenan de optimismo. En 1975, poco antes de la muerte de Franco, el 57% de la población se declaraba partidaria del ingreso en la OTAN. En 1983, el grupo de los partidarios claros se ha desplomado al 17%.

Volvamos a las deslealtades del Gobierno socialista, que, por un lado, está dispuesto a mantener formalmente su promesa de referéndum, pero que, por otro lado, quiere hacerlo de tal manera, que se responda sí a la permanencia en la OTAN y de ese modo, ganarlo. La cuestión del grado de colaboración con la OTAN, la estrategia gubernamental la deja lo más abierta posible.

Se contemplan dos posibilidades. El ministro de Asuntos Exteriores, Morán, desea la fórmula de integración más débil: mantenimiento de la situación actual, en la que España se mantiene formalmente alejada de la mayoría de las comisiones militares -esto tropieza con la oposición de los miembros de la OTAN- La fórmula francesa podría servir como alternativa: España quedaría excluida sólo de los puestos de mando de la OTAN. En el año de la OTAN el pueblo español va a ser objeto de un llamamiento sutil.

Me alegro mucho de las numerosas iniciativas de base y oicciones no violentas contrala OTAN y las bases norteamericanas en España. Las 50.000 personas que se manifestaron en febrero de este año contra la OTAN y las bases norteamericanas me han infundido esperanza. En vuestras pa ncartas habíais escrito con letrasgrandes: "Ganaremos el referéndum". El domingo 3 de junio erais cientos de miles en Madrid. Habrá que oponerse mucho todavía hasta 1985, año probable del referéndum. Antes tendrá que pasar el Gobierno por el ojo de la aguja de su propio partido. El congreso del partido tendrá lugar, como ya sabemos, en diciembre de 1984. Yo creo que todos nosotros tenemos que decir en el movimiento europeo por la paz y en el ecologista que Felipe González no mantendrá una de sus promesas electorales más importantes. Sería una gran deslealtad que él llevase a un pueblo a que acepte ahora definitivamente en el prometido refleréndum, la decisión de permanecer en la OTAN.

Ricos y pobresTenemos que referirnos tina y otra vez a que él podría presentar como contrapartida para el cambio de rumbo la baza de la entrada de España en la CELSi él va a jugar esa baza, debería mostrar también los ejemplos de las regiones pobres en la CEE. Regiones como Irlanda del Norte y del Sur, como Sicilia, partes de Italia y Bélgica, donde los hombres viven en una gran pobreza y a los que la CEE les ha aportado poco para la mejora de sus condiciones de vida y trabajo. La Comunidad es la Comunidad de los ricos y los fuertes, que explotan y oprimen continuamente a los débiles, sea en la política agraria, en la regional o en la industrial.

Conocemos las cláusulas discriminatorias de la oferta de la CEE, según las cuales en los primeros cuatro años, tras el ingreso de España, el suministro de frutas, verduras, vino y aceite de oliva españoles seguirá estando sometido a las limitaciones actuales por parte de los Estados miembros. Y ¿qué hay de los períodos transitorios para la libre circulación de los trabajadores españoles emigrantes? ¿Qué de las regulaciones del pago del subsidio por hijos? A pesar de las cargas eventuales, los actuales países fuertes de la CEE se aprovecharán del ingreso de España. Se les abre un mercado adicional de 37 millones de consumidores en Europa. ¿Se aprovechará España de su entrada en la CEE?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Queremos una España neutral y no alineada, que se mantenga alejada de los puestos militares de observación, y pueda así conservar y ampliar sus actuales buenas relaciones con el Tercer Mundo y los países de Latinoamérica. Es interesante observar con qué interés persiguen los miembros de la CEE .el ingreso de España: el 23 de junio de 1982, el presidente francés, Frangois Mitterrand, respondía en Madrid a un brindis amistoso y esperanzado del rey Juan Carlos diciendo que la inmediata entrada de España en la CEE sería una catástrofe para todos los integrantes de la misma (citado en el Frankfurter Rundschau del 1 de marzo de 1984). Parecía que apenas quedaban esperanzas. Mitterrand había puesto de manifiesto lo peligrosa que podría ser la producción española de frutas, verduras, vino y aceite de oliva para la agricultura firancesa. Todo esto parece que ya se ha olvidado.

La publicación de la documentación sobre la OTAN por parte del Ministerio de Defensa de Madrid coincide en el tiempo con la declaración de adhesión del presidente francés, Mitterrand, al ingreso de España en la CEE (Die Welt, 9 de febrero de 1984). El Gobierno de París garantiza su ayuda práctica a los españoles en su lucha contra el terrorismo de ETA en el País Vasco, desde finales del último año. Francia parece esperar ahora contraprestaciones por ambas cosas: la promesa de ingreso en la CEE y la lucha contra el terrorismo. Los franceses esperan vender a las fuerzas armadas españolas, en un paquete de armamento de miles de millones, sus tanques AMX40, el helicóptero Puma y los misiles antiaéreos Roland. Ya sabemos cuáles son los intereses de todo el negocio europeo.

La base de Torrejón

He seguido también las protestas en la capital de España contra la base aérea de Torrejón de Ardoz. El gigantesco punto de apoyo de la aviación norteamericana que es Torrejón parece servir también a Estados Unidos como almacén provisional de armas atómicas, biológicas y químicas.

El Gobierno regional de Madrid ha pedido -casi un año después de la renovación del Tratado Hispano-Norteamericano- que Estados Unidos traslade a otro lugar este enorme punto de apoyo militar. ¿Se ha hecho algo, o se han limitadó a cambiar de mano las cartas de petición? Y ¿qué hay de las disputas ibéricas? Cuando España ingresó en la OTAN, hace dos años, los portugueses, miembros desde su fundación, expresaron sus preocupaciones en voz alta: Lisboa se opone decididamente al mando conjunto en la OTAN o a la presencia de tropas españolas en suelo portugués. Sin embargo, Madrid lo negó: si acaso, estamos interesados en un mando conjunto sobre la zona del Estrecho de Gibraltar, y esto no afecta a Lisboa. En mi país hemos leído también sobre estas disputas ibéricas. Y siempre oímos de las buenas relaciones entre Lisboa y Washington y de un futuro estacionamiento de armas nucleares en Portugal (Die Welt, 10 de noviembre de 1983). Se habla también de construir una base de apoyo de la OTAN en la isla de Santo Porto, en el archipiélago de Madeira. La región que rodea a España y Portugal se militariza cada vez más.

Felipe González habla de realidades políticas, económicas, tecnológicag y militares que él tiene que tener en cuenta. Él opina ahora lo mismo que en otra ocasión dijo Willy Brandt, en Bonn, en octubre de 1983: "Los bloques pueden ser indeseables, pero están ahí" (Die Welt, 13 de diciembre de 1983). Los Gobiernos siguen creyendo que la vieja Europa de las multinacionales, de los cultivos extensivos, de las industrias químicas y atómicas y la OTAN tienen aún futuro. Nosotros tenemos que dejar claro, unidos, que ni la vieja Europa de las barreras aduaneras, de la explotación de los países del Tercer Mundo y de la política industrial, ni la OTAN tienen futuro entre nosotros. Nuestro futuro común es una Europa de regiones autónomas, descentralizadas y no nucleares, que acepte los desafíos ecológicos de nuestra época. Os deseo a todos mucho éxito en vuestras futuras campañas anti-OTAN y en la construcción de una España neutral y no alineada.

Petra Kelly, es diputada del Partido Verde de la República Federal de Alemania

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_