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Más de 2.000 pueblos españoles se hallan abandonados y en vías de desertización

Más de 2.000 pueblos abandonados existen actualmente en España, según se desprende de las ponencias presentadas en el Congreso sobre Pueblos Deshabitados. que, promovido por el Ministerio de Cultura, se ha celebrado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. En los encuentros, iniciados el pasado día 13, la problemática de los pueblos deshabitados se centró en cuatro aspectos referentes al análisis del proceso de despoblamiento, su situación actual y soluciones alternativas; la cultura y los modos de vida rural; el patrimonio arquitectónico de los pueblos, así como su economía y recursos naturales.

El 40% de los más de 2.000 pueblos abandonados existentes en España, según los informes facilitados por los diversos ponentes en el congreso sobre poblaciones deshabitadas que se ha celebrado en Madrid, son propiedad del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona). En estas cifras no quedan recogidos los 3.500 municipios que actualmente se encuentran en claro proceso de despoblamiento, y que reúnen apenas el 2% de la población. Los territorios más afectadas por el abandono y la consiguiente desertización son los correspondientes a la cuenca norte del Tajo y a las zonas de montaña.Eduardo Martínez de Pisón, catedrático de Geografía Física de la universidad Complutense de Madrid, estableció en su alocución la cifra de 200 habitantes como la mínima necesaria para que una comunidad pueda alcanzar las cotas de funcionalidad imprescindibles para su desarrollo.

Martínez de Pisán señaló además que en 1981 determinadas zonas rurales de la Peninsula arrojaron una cifra media entre los ocho y los diez habitantes por kilómetro cuadrado, lo cual indica, según los expertos, un alarmante avance del proceso de abandono rural.

Los ponentes destacaron como causa remota de esta situación el paso de la economía de base agraria a la economía de base urbanoindustrial, que ya en la segunda mitad del siglo pasado produjo un masivo éxodo rural que propició la desintegración de los esquemas de administración territorial. Actualmente, la pobreza de los parajes y su aislamiento, así conio los planes de expropiación forzosa por grandes obras públicas son las dos causas principales de la despoblación, que incide fundamentalínente sobre las comunidades más pequeñas.

Comunidad y tierra

En este sentido, la rehabilitación de las zonas rurales exige la creación de un modelo territorial alternativo donde se dé prioridad a los componentes sociales en detrimento de los puramente economicistas y desarrollistas, que únicamente conducen a la erosión extrema de los térrenos por la explotación abusiva. Los principales puntos a considerar en este modelo alternativo de repoblación se centran en los dos elementos protagonistas: comunidad y tierra. A este respecto, el sociólogo Mario Gaviria indicó que para llevar a cabo un plan adecuado de recuperación de pueblos deshabitados es imprescindible tener en cuenta que las comunidades han de ser pequeñas con el fin de evitar los problemas internos, y la base física, es decir, el terreno, ha de contar con un mínimo de calidad que asegure la subsistencia de sus pobladores.Hasta la fecha, la gran mayoría de las comunidades que han intentado repoblar zonas rurales deshabitadas se han establecido en alturas superiores a los 900 metros, lo que ha dificultado en extremo su supervivencia, viéndose obligadas a abandonar los terrenos en poco tiempo. Ninguna de estas comunidades ha soportado el duro régimen de vida montañesa más de tres años.

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Por su parte, el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), con el objeto de recuperar y reconstruir en lo posible los pueblos abandonados de propiedad pública, firmó a finales de 1983 un convenio con el Ministerio de Educación y Ciencia, según el cual, estudiantes de Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas Artísticas podrían integrarse en campamentos de trabajo con el fin de reconstruir los pueblos y mantener un contacto directo con la naturaleza.

Entre el 1 de julio pasado y el 8 de septiembre, 900 alumnos, con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años, han pasado por estos campamentos en periodos de 14 días.

El éxito de esta primera fase, que incluía la reconstrucción de las localidades de Granadilla (Cáceres), propiedad de la Confederación Hidrológica del Tajo; Umbralejos (Guadalajara), propiedad de Icona, y Búbal (Huesca), propiedad de la Confederación Hidrológica del Ebro, ha hecho posible la convocatoria de una segunda fase en los trabajos de reconstrucción, que se iniciará el próximo día 23, y en la que participarán estudiantes de facultades y escuelas técnicas de España.

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