El Tribunal de Cuentas informó a las Cortes de irregularidades en el Mundial-82

El Mundial-92 de fútbol tuvo un déficit de inversiones de 132.808.129 pesetas y fue prolijo en desfases presupuestarios, ampliaciones de créditos, trasvases de cuentas y contrataciones sin mediar ofertas, según consta en el informe que el Tribunal de Cuentas presentó al Congreso de Diputados. Dicho tribunal señala que el procedimiento seguido por el Ministerio de Hacienda para la financiación del Mundial-82, a través de la participación en ingresos públicos (loterías y quinielas) y no mediante aprobación de una partida en el presupuesto de gastos, posibilitó que los correspondientes créditos no tuvieran que someterse a la aprobación y control presupuestario.

El tribunal detalla en su informe los siguientes defectos. No evaluaron correctamente1a actividad a realizar por el comité organizador, ya que los desfases entre las previsiones y la realidad fueron muy importantes, y la inadecuada presupuestación originó trasvases entre conceptos y constantes ampliaciones de créditos, desvirtuando las funciones de previsión y control del documento presupuestario. El déficit de inversiones ascendió a 132.808.129 pesetas, que fue financiado por el excedente del presupuesto de gastos corrientes (110.964.258) y la aportación de la Federación Española de Fútbol (21.843.871).

Personal

La contratación de personal, según continúa el informe, no se realizó de forma objetiva. El tribunal señala casos de personas que percibían sueldos de tres organismos. En el caso de azafatas e intérpretes el comité pensé en 250 azafatas y 50 intérpretes; de tales estimaciones se pasó a 299 y 75 personas, respectivamente, y, después, la cifra total alcanzó a 543 personas contratadas.

En otro apartado señala la abundancia de viajes no justificados con las correspondientes facturas de las agencias intermediarias y de gastos "por reuniones de trabajo" por un valor de 13.556.700 pesetas en el cuatrienio estudiado. Las órdenes de pago no especifican el motivo de las comidas ni en las facturas de los restaurantes se detalla el número de comensales.

Otras irregularidades en gastos son las correspondientes a una deuda -aún pendiente, según el tribunal- de 1.346.341 pesetas con la Compañía Telefónica y un descontrol en el envío de material a los estadios en las fechas próximas a la celebración del campeonato hasta el punto de que se envió una vez concluidos. los partidos.

El caso de Synconsult

El informe del tribunal hace referencia a la empresa: Syneonsult, SIL, que fue contratada por el comité para la, elaboración de los proyectos y el seguimiento de las obras a adjudicar. Un vocal del comité recomendó dicha empresa alegando su experiencia y sus tarifas.

Con fecha 31 de marzo de 1981, el 40% de dicha sociedad pertenecía a dos componentes del grupo técnico de seguimiento (José Alberto Herreras Espino Estanislao de la Quadra Salcedo). En un pleno del comité se hizo constar en acta la inquietud de la presidencia por la mala imagen que podría ofrecer el hecho de que pareciera que el comité se autocontrate obras, lo que obligó a la dimisión de los vocales que pertenecían a la citada empresa. "Por lo demás", añade el informe, "es de destacar respecto a esta contratación que los contratos adjudicados inicialmente a Synconsult, SL, ascendían a 67.900.000 pesetas y que, posteriormente, se le fueron adjudicando más sin que conste la concurrencia de otras ofertas".