El rechazo a la anestesia pudo ser la causa de la muerte de un niño en el Primero de Octubre

La causa de la muerte de José Antonio Díaz Canal, de 10 años de edad, que falleció el 30 de agosto en el hospital Primero de Octubre de Madrid, donde ingresó para que se le extrajera del oído una espiga, puede haber sido una alergia a la anestesia -hipertermia maligna es la denominación médica de la enfermedad-, desconocida por los padres, que padecía el niño. En el diagnóstico coinciden la dirección del centro hospitalario, el forense que realiza la autopsia y un reconocido neurólogo madrileño que trabaja en el hospital Primero de Octubre.

La hipertermia maligna -que se manifiesta por una subida de la temperatura corporal hasta que sobreviene la muerte por parada cardiaca-, en opinión de los mencionados doctores, es una enfermedad de tipo hereditario que resulta imposible de predecir, a no ser que se sepa que algún familiar haya fallecido por ella. Es una enfermedad que se da en muy pocas ocasiones, hasta el extremo de que es calificada como "rara e infrecuente".La persona que padece dicha enfermedad responde ante la anestesia como si se tratase de un tóxico, por lo que es muy dificil que pueda sobrevivir si se le administra aquélla. El médico forense que ha realizado la autopsia, Mariano Royo-Villanova, ha señalado, al igual que la dirección del hospital Primero de Octubre, que si se llega a confirmar la hipótesis de que José Antonio falleció por hipertermia maligna carecería de significado la cantidad de anestesia que se le administró al niño. La dirección del mencionado centro hospitalario precisó que a José Antonio "se le suministró muy poca cantidad de anestesia porque la intervención que se iba a realizar era muy breve, cuestión de segundos".

José Antonio Díaz Canal, que ingresó en la tarde del pasado día 29 de agosto en la sección de urgencias del hospital Primero de Octubre, tenía alojado en el interior del oído un cuerpo extraño, que en principio se creyó que era una espiga y posteriormente, según informaron los médicos que le atendieron, resultó ser una flor de cardo, que tiene forma de bolita con espinas.

Un portavoz de la dirección del hospital informó ayer que aunque José Antonio Díaz ingreso a media tarde, no pudo ser intervenido hasta las nueve de la noche porque había ingerido alimentos a mediodía, y una vez anestesiado puede existir el peligro de que se regurgiten durante la operación y obstruyan las vías respiratorias". Concluida la intervención, el niño fue trasladado a la sección de reanimación, donde, según informó la dirección del centro, mostró ya un cuadro clínico anómalo, con una fuerte subida de la temperatura corporal y espasmos musculares.

El citado médico, Mariano Royo-Villanova, anunció que entre el lunes y el martes de la próxima semana entregará al juez el informe con el resumen de sus investigaciones, que será decisivo para certificar cualquiera de las hipótesis hasta ahora señaladas.