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Los canadienses van a votar y se preparan para recibir la visita del papa Juan Pablo II

Las elecciones generales canadienses, celebradas ayer martes con toda normalidad en este extenso país de 10 millones de kilómetros cuadrados y con una población de sólo 25 millones, han tenido, un prólogo sangriento al hacer explosión una bomba, el lunes, en la estación central ferroviaria de Montreal, con un balance de tres muertos y 37 heridos, varios de ellos graves. Ayer mismo, una nueva amenaza de bomba obligó a desalojar la estación. La explosión del lunes se produjo en el departamento de cajas de seguridad de la estación, lleno de excursionistas que regresaban a sus hogares aprovechando la festividad del Día del Trabajo. Aunque la autoría del atentado no ha sido todavía reivindicada por ninguna persona a organización, las autoridades canadienses la han relacionado inmediatamente con la visita de Juan Pablo II, prevista para la próxima semana.

La policía detuvo el lunes por la noche a un veterano de la segunda guerra mundial, de nacionalidad norteamericana, quien se ha declarado autor de varias cartas anónimas en contra de la visita del Papa enviadas en las últimas semanas a varios medios de comunicación canadienses. Sin embargo, no parece que el norteamericano Robert Bingham, que tiene perturbadas sus facultades mentales y hace poco se escapó de una institución psiquiátrica en Illinois, sea el autor del atentado. El incidente, que ha conmocionado a la opinión pública canadiense, ha provocado una inmediata reunión de las autoridades policiales para revisar el ya estricto plan de seguridad que se va a desplegar en torno a Juan Pablo II. La estación central de Montreal se encuentra enfrente de la sede del palacio arzobispal, que será la residencia del Papa durante su visita a la ciudad el día 14.A pesar de la impresión causada en todo Canadá por el atentado, la afluencia a los 70.000 colegios electorales establecidos en todo el país ha sido ininterrumpida desde su apertura a las nueve de la mañana hasta su cierre a las ocho de la noche. Debido a su extensión, Canadá tiene cuatro zonas horarias distintas, desde la península del Labrador, en el Este, hasta la Columbia británica en el Oeste. Para evitar que el resultado del Este puede influir en el votante del Oeste, las cadenas nacionales de radio y televisión transmitirán sólo por sus respectivas emisoras locales hasta el cierre de todos los colegios, momento en el que conectarán en cadena.

Se espera que, gracias a los modernos sistemas de ordenadores, los primeros resultados fiables de la elección puedan ser conocidos entre las 21,10 horas, hora de Ottawa (entre las tres y las cuatro de la madrugada del miércoles en España).

El censo electoral está compuesto por 16 millones y medio de ciudadanos, que elegirán a los 282 miembros de la Cámara de los Comunes entre un total de 1.449 candidatos, que representan a 11 partidos políticos. La ley canadiense exige a los partidos que presenten candidatos en un mínimo de 50 distritos electorales para poder ser considerados como partidos nacionales. Sin embargo, debido al sistema electoral canadiense, mayoritario, como en Gran Bretaña (el candidato más votado es el único proclamado en cada distrito electoral), sólo los tres grandes partidos y quizá algún diputado independiente tienen posibilidades de conseguir escaño.

Los líderes nacionales se instalaron el lunes en sus respectivas circunscripciones electorales. El primer ministro liberal, John Turner, que votó anticipadamente la pasada semana en el distrito de Toronto, donde está censado, pasó la jornada electoral en Vancouver-Quadra, en la Columbia británica, circunscripción por la que se presenta como candidato frente al diputado conservador William Clarke. En las encuestas locales Turner aparece como perdedor, en el tercer lugar de los sondeos, que dan la victoria en esa circunscripción al actual diputado, seguido del candidato neodemócrata.

Brian Mulroney, el líder conservador, se encuentra en su pueblo natal, Baie Corneau, y se presenta, frente al consejo inicial de todos los colaboradores, por el distrito de Manicougan, en el hasta ahora feudo liberal de la provincia francófana de Quebec. Por su parte, el dirigente del Nuevo Partido Demócrata (el equivalente canadiense de los socialdemócratas europeos), Edwar Broadbent, ha pasado la jornada electoral en Osliawa, en la provincia de Ontario, distrito por el que ha sido elegido en las dos anteriores legislaturas.

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