Aragón contará con un centro especial para toxicómanos

La región aragonesa contará con un importante centro para la rehabilitación de drogadictos, con capacidad para unos 120 toxicómanos, que se ubicará en Caspe (Zaragoza), según un acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de dicha localidad, la Diputación Provincial de Zaragoza y la asociación El Patriarca, que regentará el establecimiento. Este proyecto, que en un principio contó con el apoyo de la corporación en pleno de Caspe, ha sido ahora cuestionado por los dos concejales del Grupo Popular.El nuevo centro de rehabilitación consta de una finca de ocho hectáreas de regadío más una granja, adquiridas por 21 millones de pesetas, así como el edificio del antiguo hospital psiquiátrico, cedido por seis años a El Patriarca, y para cuya consolidación el Ayuntamiento de Caspe aportará dos millones de pesetal. La capacidad prevista es de unos 120 toxicómanos, de ellos, según el acuerdo, unos 10 serán de la zona de Caspe, y el resto, "voluntarios que quieran rehabilitarse y que pagarán por ello", según ha manifestado Florencio Repollés, presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza y a su vez concejal de Caspe.

Los concejales de Alianza Popular han denunciado en un comunicado que el centro estará próximo al casco urbano y que sus vertidos irán directamente al cauce general, "con riesgo de infecciones para la población". Piden una consulta popular sobre el tema y la intervención del Gobierno autónomo, que es a quien corresponde, según ellos, "establecer un plan racional de tratamiento y rehabilitación de toxicómanos".

Además de cuestionar la efectividad de la asociación El Patriarca, "carente de control sanitario y de vinculación con profesionales de la sanidad", califican el proyecto como "una moderna redada" en la que Zaragoza lavará su cara y enviará los drogadictos a Caspe.

El presidente de la diputación contestó ayer con dureza a las manifestaciones de los dos concejales conservadores, calificó su postura como "piratería política" y el escrito como "panfleto". Apeló a su honestidad personal, pues "hasta el lunes pasado apoyaban el proyecto e incluso presentaron algunas modificaciones que mejoraban la idea inicial". Repollés señaló que la aceptación por parte de los vecinos de Caspe ha sido mayoritaria.