ETA y sus grupos de apoyo incrementan su presión para evitar las extradiciones

Luciano Eizaguirre Mariscal, uno de los siete miembros de ETA Militar que desde hace una semana protagonizan una huelga de sed en el intento de evitar la extradición a España, fue trasladado ayer desde la prisión de Pan (Francia) al hospital penitenciario de Fresnes, en París. El traslado de Luciano Eizaguirre es consecuencia de que su estado comienza a ser delicado y entra en una fase crítica, según manifestaron ayer sus abogados. Los grupos de apoyo a ETA siguen desplegando en Fancia una campaña de presión ante el Gobierno de Mitterrand para evitar las extradiciones a España.

Otro dirigente de ETA Militar, Isidro María Garalde, Mamarru -el jefe de la sección de logística de la organización terrorista-, que inició una huelga de hambre el pasado día 9 en la prisión de Bayona, fue hospitalizado en Fresnes hace ya varios días. Los huelguistas han anunciado su decisión de rechazar toda asistencia médica, ante la posibilidad de que se les inyecte suero u otros líquidos que pueden detener el proceso de deshidratación.Los abogados de Herri Batasuna, Iñaki Esnaola e Íñigo Iruin insisten en subrayar que la huelga no responde a una actitud testimonial, "de cara a la galería". La dirección de la prisión de Pau, por su parte, se negó ayer a informar a los medios de comunicación del estado físico de los huelguista, parte de los cuales anunciaron su intención de iniciar una huelga de hambre el pasado día 9, en el momento en que el tribunal de Pau dio a conocer su primer dictamen favorable a las extradiciones. Los efectos de una huelga de sed son mucho más rápidos en los casos en que ha existido previamente un ayuno prolongado.

Los familiares de los huelguistas afirman que hasta el martes último, José Luis Galdós Oronoz había perdido 18 kilos de peso, Ángel Castrillo Allende y José Martínez Beiztegui, 17 kilos, Francisco Alberdi Beguiristáin, 15, Francisco Javier Lujanhio, 12 y Luciano Eizaguirre Mariscal, 9. El abogado Íñigo Iruin, en base a las impresiones recogidas de sus colegas franceses, apuntó ayer, según informa nuestro Corresponsal en San Sebastián, José Luis Barbería, la posibilidad de que los huelguistas que permanecen en Pau sean trasladados en las próximas 48 horas: al hospital penitenciario de Fresnes, a medida en que los informes médicos aconsejen su hospitalización.

Encierros

En el País Vasco francés los residentes tratan de despertar un amplio movimiento de solidaridad en torno a la huelga. Ayer, los comités de apoyo a los refugiados llevaron a cabo encierros en los ayuntamientos de Hendaya y de Ispoure, ambas localidades en el sur de Francia, y se entrevistaron con el alcalde de Hendaya, Raphael Lasellette, pidiéndole que interceda ante su Gobierno y consiga la inmediata libertad de los huelguistas.Alrededor de unas 30 personas en Hendaya y unas 20 en Ispoure ocuparon a las 8.30 de ayer, con banderas y pancartas, los ayuntamientos de ambas localidades, en los que los socialistas tienen la mayoría. Los manifestantes finalizaron su acción de protesta a las 11.00, sin que se registrara ningún incidente, según informan varios despachos de agencias. Herri Batasuna y las gestoras pro amnistía organizarán los, próximos días encierros, recogidas de firmas y manifestaciones.

Por otra parte, ETA Militar se ha responsabilizado del incendio que destruyó parcialmente en Zumaya el chalé de un ciudadano francés. En un comunicado, la organización terrorista advierte al Gobierno francés de las consecuencias de la política que practica respecto a los refugiados y anuncia nuevos ataques contra intereses franceses en Euskadi y en el resto del Estado.

Precisamente dentro de la campaña emprendida contra bienes franceses, un camión y un turismo fueron incendiados y destruidos en atentados llevados acabo ayer en Usúrbil (Guipúzcoa) y la madrugada del martes en Pamplona, respectivamente. También ayer, a las 23.40 horas, una potente bomba estalló en un establecimiento de Las Arenas-Guecho, en la provincia de Vizcaya, que se dedica a la venta de automóviles Peugeot-Talbot. El atentado no produjo desgracias personales aunque varios coches que estaban aparcados en la zona resultaron con desperfectos y la onda expansiva provocó roturas de cristales.

La campaña Icontra intereses franceses han hecho que, en opinión de la viceconsejería de Turismo del Gobierno autónomo vasco, el turismo francés haya desaparecido prácticamente de Euskadi.