Continúan los goteos a la baja
La continua presencia de dinero en los mercados de valores está consiguiendo con su capacidad de absorción reducir a los mínimos necesarios la actual corriente realizadora. Aquellos que, en función de los precios, han decidido vender sus títulos empiezan a pensarse si no se estarán equivocando. Es verdad que el papel, salvo en algunos casos concretos, no está presionando demasiado y permite al dinero esperar cómodamente la ocasión para adquirir los valores que desea sin necesidad de forzar los precios al alza pero ésta es la pequeña diferencia que hace que en estos días, al término de la sesión, los resultados de los índices generales sean negativos. También es verdad que en algunos casos el dinero generado en el mercado ha recibido algún apoyo extra que le ha servido para mantener las posiciones más niveladas, pero esto no le quita validez a la presencia de esos fondos a medio plazo que, precisamente por contar con el factor tiempo a su favor, están logrando imponerse al más inquieto capital a corto plazo.Dentro de este ambiente, los valores eléctricos vivieron ayer una sesión más tranquila, en la que no estuvieron ausentes los tanteos de dinero y papel. Las diferencias en los cambios resultaron, en general, muy cortas, y las repeticiones y algún pequeño avance en valores destacados empezaron a cambiar el ambiente del sector. No obstante, hay un peligro muy cierto en esta resistencia, y es que el papel que aún está dispuesto a salir a los corros lo puede hacer con más confianza.
Esta situación podría servir de modelo para muchos otros sectores del mercado que, si bien no han acumulado tantos beneficios como los valores eléctricos, se encuentran actualmente bajo la presión del papel. La diferencia esencial del resto de los valores con los eléctricos es que para éstos se mantienen en pie las expectativas de mejora, a pesar de que las realizaciones de beneficios se han centrado en ellos como, por otra parte, era lógico suponer.
Cayó bien entre los asistentes a los mercados la pequeña reacción del sector bancario que, por fin, muestra síntomas de un cambio de tendencia en su entorno. El saldo de la caja fue comprador en el único mercado que muestra este mecanismo, a pesar de los restos vendedores que tenían Bilbao, Santander y Vizcaya, que. tan sólo sumaban 13.000 títulos. Frente a éstos, el resto de los componentes del sector oponían 38.000 títulos, como muestra de que, al menos en este grupo, se empieza a tantear la posibilidad de mejora.
Los valores industriales continúan manteniéndose a la zaga de los más importantes, y tuvieron dificultades para reaccionar a tiempo, sobre todo en el mercado catalán, en donde constructoras, químicas y siderúrgicas forzaron una baja más acusada en el índice general. En Valencia, fueron los valores eléctricos los que hicieron que el índice perdiera casi dos puntos, mientras que en Bilbao se mostraron más optimistas y recuperaron doce centésimas.
El cierre resultó más entonado que en sesiones anteriores, aunque se siguen manteniendo algunos recelos sobre el comportamiento que registrarán los mercados en la primera semana de septiembre. Hay muchas posibilidades de que aún persistan los goteos a la baja, aunque algunos valores han hecho ver la facilidad con que se colocan las partidas vendedoras y, por el contrario, las dificultades que se encuentran para poder hacerse con un buen número de títulos. A pesar de los movimientos de la inversión a corto plazo, se hace necesario un mayor distanciamiento para poder hacer una lectura más correcta del acontecer en los mercados de valores.
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