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Reportaje:

Katherine Dávalos Ortega

La tesorera general de EE UU en la Administración Reagan, de origen hispano, pronunció el discurso inaugural en la convención de Dallas

En una campaña electoral norteamericana donde tanto demócratas como republicanos cortejan el importante voto femenino (53% del censo electoral), los republicanos decidieron que fuera una mujer, Katherine Dávalos Ortega, quien pronunciara el discurso inaugural en la Convención Nacional Republicana, celebrada esta semana en Dallas. La tesorera general de EE UU, republicana de toda la vida, es una primera réplica del partido del presidente Reagan al nombramiento de Geraldine Ferraro como candidata a la vicepresidencia por el Partido Demócrata.

Katherine Ortega -prefiere guardar el apellido familiar, en vez de adoptar el de su marido- reúne además de ser mujer, la condición de ocupar el más alto cargo político de un ciudadano de origen hispapo en la Administración Reagan.Desde su despacho de tesorera general, cargo en el que hace el número 38 en la historia del país, ejerce un evidente y palpable poder. Su firma aparece en todos los dólares que imprime el Tesoro esta dounidense desde que fue efectivo su nombramiento, en septiembre de hace dos años.

"Desde el podio de la convención, sentía que representaba a mi gente", dijo Ortega, de 50 años de edad, a los estadounidenses de origen hispano que la aclamaron el pasado miércoles en la hispanic community fiesta celebrada en pleno barrio hispano, en el Centro de Dallas (Tejas).

Ortega cree que la Administra ción Reagan es "positiva para los hispanos, porque la recuperación económica beneficia a todos los norteamericanos". Confía que, en noviembre, habrá más votos hispanos que nunca para Ronald Reagan, que ya en 1980 logró robar a los demócratas más del 30% del voto de origen hispano, que tradicionalmente es prodemócrata.

Katherine Ortega se autodefine como "profundamente republicana". Nacida en Tularrosa (Nuevo México), es la menor de 'nueve hermanos de una familia cuyos abuelos emigraron hacia 1880 des de el Estado de Texas al de Nuevo México y que ya vivía en el territorio cuando todavía era suelo nacional mexicano.

"Mi padre", continúa Ortega, "quiso que las tres hermanas aprendiéramos a valernos por nuestros propios medios". Primera graduada universitaria. en una familia de escasos recursos económicos, Katherine no se conformó con dedicarse a la enseñanza. Pasó al mundo de la banca, en su Estado natal de Nuevo México, y rápidamente saltó al de la. política con los republicanos, de cuyas ideas tradicionalistas y conservadoras su padre era ya un ferviente admirador. Su activismo supuso, por tanto, una continuidad sentimental con la tradición familiar.

"Visité España el pasado mes de abril para participar en un congreso internacional de filatelia", añade Ortega, bajo un ambiente de música de mariachis, en pleno aire libre y con el fondo de los acristalados rascacielos del centro de Dallas.

Katherine Ortega, de voz suave, gestos pausados y elegantemente vestida, es la mujer estadounidense de origen hispano que la convención nacional republicana ha lanzado a la escena política como símbolo de que en América todo es posible. Una especie de réplica apresurada de Ferraro.

Desde ahora muchos identificarán la firma del tesorero en los billetes verdes, los popularmente conocidos como greenbacks o dólares norteamericanos, con la imagen de una mujer de origen humilde y etnia hispánica que ilustra el camino del triunfo que los republicanos preconizan que está abierto para todos en la sociedad norteamericana.

Katerine Ortega gana en su cargo unos 63.000 dólares anuales (alrededor de 10 millones de pesetas), sueldo medio de cualquier alto funcionario de la Administración republicana del presidente Ronald Reagan.

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