Carlos Garaikoetxea pide que la negociación incluya también contenidos políticos

El presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, valoró ayer positivamente la "voluntad negociadora" lanzada por el Gobierno central a ETA, y propuso a. la vez que se amplíe la oferta a una negociación de carácTer político, aunque reconoció que el mero hecho de formularla ya le da un carácter político. En unas declaraciones concedidas a EL PAIS, el lendakari subrayó que "las instituciones en general y el Gobierno español en particular no tendrían por qué considerar una deshonra el hecho de plantear una negociación política con ETA que al final quedara encajada en una interpretación posible del estatuto". Tras señalar que no se le ha comunicado nada oficialmente, Carlos Garaikoetxea recordó la actitud negociadora del Gobierno vasco para destacar que está dispuesto a "hacer lo que sea necesario" para contribuir a la pacificación de Euskadi.

El lendakari señaló que no quería caer en la pequeñez de discutir protagonismos o intermediaciones en un tema tan delicado; sin embargo, insinuó que sería contradictorio que el Gobierno central, que siempre ha defendido que no se puede tratar con los grupos armados al margen de las instituciones democráticas, mostrara en esta ocasión un afán de marginar en las negociaciones directas con ETA "a quienes somos los más legítimos representantes del pueblo vasco".Para Garaikoetxea, algunos de los puntos básicos para resolver el problema de la violencia serían "la suspensión de la actividad de los grupos armados, por la que se acredite la autenticidad de la voluntad negociadora por parte de ETA, y la constitución de un marco de diálogo que ayudaría a superar la incomunicación existente entre los sectores afines a ETA y los partidos que están en las instituciones".

Al preguntarle sobre el contenido concreto de los temas que podrían debatirse en ese marco de negociación, el presidente del Gobierno vasco cita tres aspectos básicos: "La integración de los activistas en la sociedad vasca con una solución realista a la situación de los presos y exiliados, la legalización de los partidos independentistas y la clarificación del alcance de una interpretación extensiva del estatuto de autonomía".

Tras insistir en que la incomunicación entre los diferentes sectores políticos impide valorar en su justa medida el autogobierno potencial contenido en el estatuto, el lendakari añade: "Desde la alternativa KAS se pide la retirada de los cuerpos policiales del Estado, por ejemplo, y puede resultar muy revelador poder clarificar, en una mesa de negociación, que una sustitución de la mayor parte de esos cuerpos estatales por la Policía Autónoma, tasando exactamente el número de policías estatales requeridos para las funciones supracomunitarias, encajaría dentro del estatuto y podría ser aceptado por todos. En cambio, creo que habría que aclarar igualmente, en ese marco de diálogo, que problemas como la integración de Navarra en la comunidad autónoma vasca nunca podrían negociarse a espaldas de la voluntad de los navarros. El estatuto ya marca un procedimiento para resolverlo, que no es otro que el referéndum.

El lendakari reconoce que la oferta del Gobierno socialista a ETA, por el mero hecho de haberla planteado, tiene, por primera vez, un carácter político. "Celebro el cambio de actitud del Gobierno", señala, "porque rectificar es de sabios, aunque no sea una medida suficiente, dadas las circunstancias de las diferentes partes. Pero por algo se comienza a negociar, y éste puede ser un inicio".

Al preguntarle sobre el significado de unas recientes declaraciones en las que afirmaba que "aunque se acabe ETA, el problema vasco seguirá existiendo", Carlos Garaikoetxea matizó: "Quiero decir que el problema de Euskadi no sólo es el de ETA. La cuestión de fondo estriba en que en este país existe una voluntad mayoritaria de autogobierno, que, además, está siendo expresada por vías democráticas y que tiene que ser atendida. En la medida en que esto no suceda así, quedará siempre un problema pendiente, y no dejaría de ser un tanto paradójico que esa demanda mayoritaria fuera desoída y hasta ignorada al admitir implícitamente que la única cuestión a atender es la planteada por ETA".

El lendakari se mostró contrariado ante las críticas que sectores socialistas han lanzado contra el Gobierno vasco, acusándole de falta de decisión en la lucha contra ETA, y declaró: "Lo que constituye un tremendo error es confundir nuestra posición discrepante con el Gobierno central con un supuesto alineamiento con ETA". Se refirió, en este sentido, a las declaraciones del portavoz del Ministerio del Interior publicadas ayer en EL PAIS para precisar que, en su opinión, "resulta enormemente injusto que se nos diga a estas alturas que tenemos que demostrar nuestra lealtad a la democracia, cuando en 1977 contribuimos, a mi entender, decisivamente a la viabilidad del proceso democrático".

Dificultades

Admitió Garaikoetxea las dificultades que reviste el diálogo mantenido entre el Gobierno central y el autónomo, pero culpó al partido socialista por su "intransigencia" ante la lectura, "constitucional, por supuesto", que los nacionalistas realizan del texto estatutario.

"Si dicen que con el Gobierno nacionalista no hay forma de entenderse; no tienen razón. Nosotros hemos propuesto, entre otras cosas, que se admitan todas nuestras objeciones a las leyes básicas o nuestras propuestas en materia de transferencias, que no sean antiestatutarias o inconstitucionales, claro está, y esto no se nos está admitiendo".