_
_
_
_

La banca puede recuperar el papel de motor industrial con los prestamos participativos

Andreu Missé

La banca privada podría recuperar el papel de motor de la industrialización interviniendo en la financiaciación de la reconversión mediante los llamados créditos participativos, según manifestó ayer Manuel Esteve, director general de Instituto de Crédito Oficial (ICO). Esteve pronunció ayer una conferencia sobre los aspectos financieros de la crisis industrial en la Universitat Catalana d'Estiu en Prada (en el sur de Francia), en la que señaló la necesidad de que las entidades financieras privadas asuman una cuota de la cargas financieras para aligerar al sector público.

Con la fórmula de los créditos participativos, anunciada en la ley sobre Reconversión y Reindustrialización del pasado 26 de julio y pendiente de su desarrollo, el Gobierno pretende obtener de las entidades privadas entre 50.000 y 100.000 millones de pesetas para financiar proyectos de empresas acogidas a los planes de reconversión. Estos fondos computarían en un nuevo subcoeficiente todavía no determinado pero que podría situarse entre el 0,5% y el 1%.Los préstamos participativos son instrumentos mixtos mediante los cuales la entidad concedente participará en los beneficios netos de la empresa que los reciba, con independencia de que además obtenga un interés fijo, que podría oscilar entre el 8% y el 9%. Se caracterizan también por tener un largo plazo de amortización, en torno a los 15 años, y sobre todo porque las empresas que las reciben pueden computarlos como recursos propios en sus contabilidades con el objeto de ampliar su margen de solvencia.

Desde un punto de vista fiscal, los intereses del préstamo y la participación en los beneficios serán deducibles de la base imponible del impuesto sobre Sociedades.

Asimismo, en orden a la prelación de créditos, los acreedores por préstamos participativos se sitúan después de los préstamos comunes, siendo todos ellos de igual rango.

Esta débil garantía mantiene a la expectativa a las entidades financieras privadas que temen más por el riesgo en que queda el capital prestado que por los bajos intereses obtenidos.

Temor al riesgo

De momento, los bancos rehuyen el riesgo y prefieren inversiones seguras en cédulas del ICO aunque sean a un interés del 7,25%. Ello significa cargar todo el riesgo en el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que ya tiene comprometidos hasta la fecha 42.000 millones de pesetas en créditos participativos, 22.000 millones para Altos Hornos de Vizcaya y 20.000 millones para Aceriales.En cualquier caso, se da la circunstancia de que existe una contradicción de actitudes entre el temor manifestado por el sector privado para participar en la finaciación de la reconversión y las operaciones especulativas que se están efectuando en algunas de las empresas afectadas. En este sentido, cabe subrayar la subida de la cotización de las acciones de Altos Hornos de Vizcaya, empresa que, a pesar de las continuas pérdidas registradas, ha pasado de los 9 enteros, en julio de 1983, a los 26 de los últimos días.

Para Manuel Esteve es conveniente instrumentar cuanto antes un sistema de garantía para cubrir los posibles riesgos de este tipo de préstamos, con lo que le facilita la incorporación de la banca privada a estas operaciones.

En este sentido, Esteve explicó la experiencia seguida en Francia, país que creó los préstamos participativos, donde fue necesario crear un Fondo de Garantía de dichos créditos para asegurar su funcionamiento, y que en 1983 contaba con una dotación de 500 millones de francos.

No obstante, según se precisó, la constitución de un Fondo de Garantía suscita inconvenientes por el temor a que algunas entidades utilicen la vía del préstamo participativo para transformar sus créditos a corto plazo y sin garantía en créditos a largo plazo, cubiertos por el Fondo.

Otra de las medidas en estudio para dotar de mayor seguridad a estos préstamos es la que propone que los créditos que se otorguen por esta fórmula gocen de las mismas garantías que las establecidas para las operaciones efectuadas por entidades oficiales, en las que el Tesoro Público responde con carácter subsidiario y hasta el límite establecido para cada año en los Presupuestos Generales del Estado.

En definitiva, con el mecanismo de los préstamos participativos se persigue lograr una fórmula de financiación barata, sin participar directamente en el capital aunque sólo sea para evitar que algunos sectores esgriman el fantasma de la nacionalización.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_