Los socialistas franceses no admitirán enmiendas a la ley sobre el referéndum

La novela veraniega del referéndum sobre la reforma de la Constitución francesa ofrece hoy una nueva entrega: la Asamblea Nacional aborda la discusión del texto que rechazó en bloque el Senado, donde la oposición al socialismo mitterrandista es mayoritaria. Pero el Gobierno ha cambiado de táctica, y el Grupo Socialista no admitirá, como estaba previsto, enmiendas al proyecto de ley.

Mientras se dlilluye la posibilidad de otro referéndum para reducir el septenio presidencial actual a un quinquenio, la opinión francesa puede llegar a aburrirse de lo que el diario independiente Le Monde califica de "disputa de ricos", ya que se trata de garantizar libertades donde todos las respetan.¿Qué otra sorpresa les reserva el presidente, François Mitterrand, a los franceses, en relación con esta historia del referéndum? Nadie lo sabe, pero Mitterrand, de momento, está perdiendo la partida, puesto que él deseaba convocar un referéndum sobre la modificación de la Constitución para poder usar precisamente ese método de consulta para casos sobre garantías de las grandes libertades públicas. Pero la obstrucción del Senado y, en consecuencia, de la oposición conservadora-liberal, se lo impide.

Después del rechazo del Senado, hoy el texto oficial será presentado en la Asamblea de Diputados pero, repentinamente, los socialistas han anunciado un cambio de táctica. El Grupo Socialista había preparado varias enmiendas del texto original, recogiendo críticas de la oposición. Así, cuando el Senado volviera a abordar, en segunda lectura, el proyecto de ley enmendado quedaría al descubierto frente a la opinión pública si volviese a desecharlo sin discusión.

Pero he aquí que, súbitamente, los socialistas rechazan toda enmienda y el texto volverá al Senado tal como salió. La mayoría conservadora de la alta Cámara se opondrá probablemente de nuevo a la discusión y, entonces, la mayoría socialista y su, Gobierno parece ser que desean que la opinión compruebe que la estrategia de obstrucción del Senado responde a "su mala fe", es decir, que es política.

Denuncia de maniobra

El referéndum se da por enterrado, pero Mitterrand no puede quedarse con los brazos cruzados, puesto que la oposición ha desbaratado el proyecto de legitimación de su poder presidencial por medio de la consulta popular sobre la modificación constitucional. La oposición lo acusa de esto último, y de que la "ampliación del campo de las libertades", por medio de un referéndum, "es una maniobra" que, de paso, acrecienta el poder del presidente, dato que también resaltan los comunistas y algunos socialistas.Tras el fracaso socialista en los recientes comicios europeos, y después de la manifestación sobre la enseñanza privada en junio pasado (dos millones de personas en la calle), al presidente francés se le echa en cara que sólo apoya su magistratura un 25% escaso del electorado. Por todo ello, un referéndum que lo plebiscitara restauraría su legitimidad.