Mike Oldfield inicia hoy en San Sebastián una gira por España
El cantante británico Mike Oldfield inicia hoy en el velódromo de Anoeta de San Sebastián una gira por España, que le llevará a Barcelona (el 25 de agosto actuará en el estadio municipal Narcís Sala) y a Madrid (27 de agosto en el estadio Ramón Valero).
La aportación de Olfield a la historia del pop-rock no resulta fácil de realizar con un mínimo de objetividad. Si se contempla la globalidad de su trabajo, parece un músico de productividad regular (13 elepés a lo largo de 12 años), con una evolución estilística que le lleva desde su etapa acústica hasta la actual seudodiscotequera a través de un sinfonismo altamente personal. Si se desciende al detalle, se detecta que el gran renombre de Oldfield tiene su origen y término en una obra, dos a lo sumo. Cuando Oldfield publicó su Tubullar bells, en 1973, para una recién nacida Virgin, nadie podía sospechar que esa obra maestra iba a cimentar y sostener la entera carrera de Oldfield.
Ocho años más tarde Oldfield recibió una condecoración del ayuntamiento de Londres por la que se reconocía la aportación de Oldfield a las exportaciones británicas y su acusado desprendimiento en favor de la caridad. Acababan de venderse en todo el mundo 10 millones de copias de Tubullar bells, apabullante récord en la historia de la fonografía.
Con tal carta de presentación, ya resultaba difícil controlar los adjetivos. "Genio", "el compositor más importante de la década", son calificativos que han convertido a Olfield en niño mimado de los suplementos dominicales de todo el mundo y en el único músico pop que aparece censado en el Who's who. Ahora, su vena discotequera le lleva por caminos muy alejados del sinfonismo que le hizo famoso. Sin embargo, Olfield sigue mostrándose como un buen superventas y parece mantener incólume su amplia aceptación popular.
