Un millón de filipinos conmemoran el primer aniversario de la muerte del dirigente de la oposición Benigno Aquino
Más de un millón de personas se manifestaron ayer en Filipinas en diferentes concentraciones pacíficas de protesta contra el régimen de Ferdinand Marcos, al cumplirse un año del asesinato, en el aeropuerto de Manila, del dirigente opositor Benigno Aquino, atentado sin aclarar oficialmente y en el que muchos ciudadanos creen ver responsabilidades directas del poder. En Manila -ciudad de ocho millones de habitantes- salieron a la calle entre 500.000 y 900.000 personas, según las fuentes, y Butz Aquino, el hermano del ex senador asesinado, aseguró a la multitud que el éxito de la convocatoria "significa que el pueblo filipino no está satisfecho de su Gobierno, pero también que aspira a un cambio pacífico, a reformas sin violencia".
La manifestación de la capital del país, Manila, se formó a partir de cuatro columnas de manifestantes que convergieron sobre el parque de Rizal, en el centro de la ciudad, donde los congrega dos escucharon, en un ambiente de carnaval, los discursos pronunciados por miembros de la familia Aquino y dirigentes de oposición. "Los filipinos merecen que se muera por ellos", dijo Corazón Aquino, la viuda de Benigno.Los congregados asistieron a la colocación de una estatua de bronce, representativa del antiguo senador, que fue esculpida en Roma por un artista filipino y ofrecida a Manila por ciudadanos norteamericanos oriundos de Filipinas.
La estatua estuvo retenida desde el domingo por las autoridades de aduanas, que reclama ban el pago de 71.000 pesos (cerca de medio millón de pesetas), pero finalmente fue entregada a la oposición sin pago de aranceles.
Estas celebraciones callejeras habían sido inicialmente prohibidas por las autoridades, que justificaron su decisión por el riesgo de que se produjeran escenas de violencia provocadas por elementos subversivos mezclados con la muchedumbre. Sin embargo, el Tribunal Supremo rechazó las objeciones del Gobierno y autorizó la concentración.
El amarillo de 'Ninoy'
Miles de pancartas blancas, rojas o amarillas que exaltaban las virtudes del líder asesinado y fustigaban al Gobierno de Ferdi nand Marcos flotaban sobre una masa inmensa de manifestantes. Manila se vio literalmente invadida de amarillo, el color que fue utilizado el año pasado para recibir a Aquino, cuando éste regresó de un exilio voluntario de tres años en EE UU.Sobre muchas de las camisetas de ese color que vestían los manifestantes se leían lemas como "Ninoy (apodo de Benigno Aquino) vive siempre", "Amo a Ninoy" o "Dimisión" (este último, referido al Gobierno Marcos). Miles de globos volaron sobre los manifestantes, que fueron recibidos por una espesa lluvia de confetis lanzados desde viviendas vecinas e incluso desde edificios oficiales.
La ciudad estuvo prácticamente parada durante toda la jornada, los colegios cerraron y numerosas empresas dieron fiesta a sus empleados.
Las fuerzas de seguridad, que se encontraban en estádo de máxima alerta desde la víspera, tomaron precauciones extraordinarias y cerraron con grandes barricadas, cercadas por alambre de espino, las calles que dan acceso al palacio presidencial, pero se limitaron a vigilar la inanifestación desde una distancia prudente y no hicieron acto de presencia en el parque de Rizal.
Sin incidentes
De hecho, no se registró ningún incidente digno de mención en toda la jornada. El dirigente de oposición Aquilino Pimentel interpretó la concentracíón como "un signo más que claro de que Marcos tiene sus días coritados".Jaime Sin, cardenal primado de Filipinas, se pronunció, durante una misa celebrada por la mañana en la iglesia de Santa Dominica, a la que asistieron unas 10.000 personas, por una busqueda no violenta de la democracia.
En una carta fechada el 5 de julio, que fue publicada ayer por la prensa filipina, el mismo cardenal Sin y varios representantes del mundo de los negocios pideri al presidente Marcos que destituya a todos los responsables del dispositivo de seguridad en vigor el 21 de agosto de 1983, día en que Aquino fue asesinado.
Al margen de la capital, hubo ayer manifestaciones importantes en,las provincias de Cebu, en el centro del país; en Bagui, al norte, y en Davo, al sur. En Cebu, los manifestantes. quemaron retratos de Ferdinand Marcos ante el capitolio de la provincia, en el mismo lugar donde un manifestante fue muerto a tiros por la policía hace un año.
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