_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Desnudos

Las nuevas acometidas contra desnudistas que se han producido en las costas gallegas muestran la pervivencia de un patrimonio nodular. La vigencia, en fin, de ideas duras y escuetas por las que merece la pena combatir. Acaso nadie, ni siquiera el mismo párroco de Cangas de Morrazo, sabría definir sobre qué precisos fundamentos morales capitanea una partida de linchadores, pero es claro que su instinto detecta un peligro importante. Su ira no es ya contra 1 mera ración de pecado que el des nudo conlleva, sino contra algo d más alto valor.Para los que poseen ideas contundentes, lo más querido de ellas, su exacta contundencia, es su cabal exactitud. Pulidas, perfiladas, mondas, lo más cotizado de sus ideas en su perfecta desnudez. Es así como irradian claridad y se prestan a ser adoradas. El fanático es un contemplador de la idea en Cueros y tiende a esa entidad desnuda. El ayuno, la renuncia, la limpieza interior es el desnudismo espiritual de quien de una parte venera la fe nuda y de otra iza la estaca contra el desnudista costero. Obsceno contra obsceno, lo que desquicia a los agresores puritanos es esa burlesca inversión de su sistema que los desvestidos inconscientemente hacen. He aquí la obra del diablo: frente al espíritu neto y sin alhajas que ellos preconizan, esta reunión de las carnes sin aderezos. Frente al cuerpo místico donde los espíritus en su suma desnudez dialogan, esté ambulatorio de sexos mudos al borde del agua. El sacrilegio, se dibuja mediante esta simetría provocadora. Los desnudistas desprestigian con la exposición de su vacío exterior el oculto vacío del secreto interno.

En realidad, lo que los desvestidos enseñan, en el lenguaje de sus antagonistas, son sus "intimidades", pero con una indolencia semejante a con la que mostrarían unas baratijas. Y esto comporta para los integristas una amenaza incalculable. Desvelan la intimidad, la cosa secreta, y ¿qué sucede? Pues que todo es ya obviedad, una llanura donde la máxima certidumbre es arena. He aquí el antídoto contra el fanatismo: la exposición a la luz solar. A partir de aquí se comprende que los detractores, hechos organismo, reaccionen a su vez como "anticuerpos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_