Desnudos
Las nuevas acometidas contra desnudistas que se han producido en las costas gallegas muestran la pervivencia de un patrimonio nodular. La vigencia, en fin, de ideas duras y escuetas por las que merece la pena combatir. Acaso nadie, ni siquiera el mismo párroco de Cangas de Morrazo, sabría definir sobre qué precisos fundamentos morales capitanea una partida de linchadores, pero es claro que su instinto detecta un peligro importante. Su ira no es ya contra 1 mera ración de pecado que el des nudo conlleva, sino contra algo d más alto valor.Para los que poseen ideas contundentes, lo más querido de ellas, su exacta contundencia, es su cabal exactitud. Pulidas, perfiladas, mondas, lo más cotizado de sus ideas en su perfecta desnudez. Es así como irradian claridad y se prestan a ser adoradas. El fanático es un contemplador de la idea en Cueros y tiende a esa entidad desnuda. El ayuno, la renuncia, la limpieza interior es el desnudismo espiritual de quien de una parte venera la fe nuda y de otra iza la estaca contra el desnudista costero. Obsceno contra obsceno, lo que desquicia a los agresores puritanos es esa burlesca inversión de su sistema que los desvestidos inconscientemente hacen. He aquí la obra del diablo: frente al espíritu neto y sin alhajas que ellos preconizan, esta reunión de las carnes sin aderezos. Frente al cuerpo místico donde los espíritus en su suma desnudez dialogan, esté ambulatorio de sexos mudos al borde del agua. El sacrilegio, se dibuja mediante esta simetría provocadora. Los desnudistas desprestigian con la exposición de su vacío exterior el oculto vacío del secreto interno.
En realidad, lo que los desvestidos enseñan, en el lenguaje de sus antagonistas, son sus "intimidades", pero con una indolencia semejante a con la que mostrarían unas baratijas. Y esto comporta para los integristas una amenaza incalculable. Desvelan la intimidad, la cosa secreta, y ¿qué sucede? Pues que todo es ya obviedad, una llanura donde la máxima certidumbre es arena. He aquí el antídoto contra el fanatismo: la exposición a la luz solar. A partir de aquí se comprende que los detractores, hechos organismo, reaccionen a su vez como "anticuerpos".
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