La condena de la ocupación de territorios por la fuerza impide el consenso en la conferencia sobre población

ENVIADO ESPECIAL, La condena de la Conferencia Internacional de Población a los países que establecen asentamientos en territorios ocupados por la fuerza -cuyo destinatario implícito es Israel, a propósito de la ocupación de territorios árabes- desvaneció ayer definitivamente las esperanzas de consenso en el encuentro que se celebra en México. Los esfuerzos del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuellar, para recomponer el acuerdo fueron infructuosos antes y después de dirigir su mensaje al pleno de la conferencia: 83 países dieron su voto afirmativo a la recomendación 34, frente a sólo dos votos negativos -Estados Unidos e Israel- y 15 abstenciones. España, como el resto de los miembros de la Alianza Atlántica, y los países de la CEE , votó con la mayoría.

Las arduas negociaciones realizadas durante el fin de semana último para tratar de alcanzar un texto asumible por todas las partes precedieron al debate de cinco horas producido ayer en el seno de la comisión principal, que resultó inútil en lo que se refiere a regresar al espíritu de Bucarest, en donde todos los acuerdos se adoptaron por consenso.Las "agudas tensiones políticas de las que el mundo es testigo", a las que se refirió Pérez de Cuéllar en su declaración a la conferencia, hicieron presa definitivamente en el encuentro de México e impidieron que el acuerdo alcanzado sobre múltiples aspectos de los problemas demográficos mundiales se extendiera a la vertiente política.

El texto aprobado es el que inicialmente figuraba como proyecto de recomendación 34 elaborado por el comité preparatorio. Dice así: "Las políticas de distribución de la población deben concordar con los instrumentos internacionales, comno el Convenio de Ginebra relativo a la protección de las personas civiles en tiempo de guerra (1949), cuyo artículo 49 prohíbe los traslados en masa o individuales, de carácter forzoso, fuera de un territorio ocupado y prohíbe igualmente al ocupante transferir una parte de su propia población civil al territorio por ella ocupado. Además, el establecimiento de asentamientos en territorios ocupados por la fuerza es ilegal y está condenado por la comunidad internacional".

Estados Unidos e Israel pidieron la supresión entera del párrafo, mientras siete países árabes apoyados por el bloque socialista solicitaron que se añadiera la condena concreta a Israel por la ocupación de Palestina y otros territorios árabes. Pérez de Cuéllar trató de conciliar ambas posiciones y apoyó un nuevo texto en el que la frase final de condena de los asentamientos se sustituía por estas palabras: "... e incluso establecer asentamientos de cualquier tipo".

Washington dijo no

La eliminación de las palabras ilegal y condena no bastó a la delegación norteamericana que, tras realizar consultas con Washington, pidió la supresión de la referencia a los asentamientos. Durante el debate, que concluyó pasadas las ocho de la tarde del lunes, hora de México (cuatro de la madrugada, de ayer, hora de Madrid), Estados Unidos advirtió de las consecuencias adversas que podrían derivarse para los Gobiernos de un acuerdo que significa una interpretación jurídica del Convenio de Ginebra. Por su parte, Israel expresó su rechazo al intento de utilización de una conferencia de población para fines políticos.Varias propuestas de suspensión del debate fueron rechazadas por la mayoría de la asamblea, y entonces Estados Unidos pidió votación nominal para dilucidar si la conferencia tenía competencia sobre el tema. También resultó derrotada en esta votación, aunque el elevado número de abstenciones, 53, permitieron al delegado estadounidense constatar "muchas vacilaciones" entre los reunidos. Finalmente se sometió a votación nominal, a requerimiento de Argelia, el texto de la recomendación 34, cuyo resultado, abrumadoramente favorable, fue acogido con un largo aplauso por la gran mayoría de los presentes.

La conferencia se vio precisada a retrasar su clausura hasta la noche del martes (madrugada de hoy, hora de Madrid), cuando el pleno aprobará la Declaración de México 1984.