José María Calviño,
director general del Ente Público RTVE, puso de manifiesto en La Coruña sus conocidas dotes para soportar, hasta con cierto aire masoquista, unas auténticas lluvias de censura. Sucedió en el estadio de Riazor, tras la final del Trofeo Teresa Herrera. Calviño sorprendíó a los organizadores apuntándose de improviso a la entrega del Premio Enrique Mariñas al mejor árbitro. La aparición de Calviño, y el anuncio de su, presencia por la megafonía del estadio, fue saludada con los sonoros abucheos, de más de 20.000 aficionados, que no cesaron hasta la desaparición física de Calviño por el túnel de vestuarios. El director del ente se retiró, en cualquier caso, con gestos de quien parece estar acostumbrado a tales manifestaciones espontáneas de desagrado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.