Leonard Nimoy
'Mister' Spock, el interprete de Star Trek', rueda en Segovia
Leonard Nimoy, el míster Spock de Star Trek, muestra ahora en Madrid unas orejas menos picudas y diabólicas que las que luce en la serie de ficción científica que le ha hecho famoso en todo el mundo. Nacido en Boston hace 53 años, Nimoy ha venido a España para rodar algunas escenas de Fiesta, película basada en la novela del mismo título de Hemingway, y para promocionar Star Trek III. En busca de Spock, filme que protagoniza y en el que se inicia como director.
Leonard Nimoy es un hombre no demasiado alto, delgado, de ojos hundidos y orejas menos aparatosas de lo previsto ("La gente se queda con mis orejas, pero yo he tenido que meter muchas más cosas en el personaje"), en el que lo que más llama la atención son sus gigantescas y cuidadas manos. Responde casi mecánicamente a las escasas preguntas que deja el escaso tiempo que marcan las empleadas de la distribuidora de su película. Pese a ello, Nimoy intenta vender sus películas junto a un mensaje positivista de la vida al que añade una proclama sobre su fe en los valores del hombre y su creencia en un futuro mucho más positivo que el presente que vivimos.Casado desde hace 30 años y padre de dos hijos de 29 y 27 años de edad, no considera que la serie televisiva y cinematográfica de Star-Trek, de la que anuncia que habrá una cuarta entrega, sirva para limitar o dirigir la imaginación de los espectadores. Tampoco acepta que la serie sea un simple divertimento. "Hay unos personajes plenos de humanidad que viven en un entorno social muy trabajado. Aseguraría que hemos logrado una fórmula perfecta dentro del género de la ficción científica".
¿No está ya harto de ser Mr Spock? "Es como una relación amorosa en la que al principio hay mucho entusiasmo, luego cierto desencanto y finalmente se alcanza un equilibrio. Al principio me afectó muchísimo. Incluso publiqué un libro titulado Yo no soy Mr. Spock, con el que, lejos de rechazar al personaje, quería responder a todas las preguntas que se me hacían. Pero no, no estoy harto porque los personajes de Star Trek están muy humanizados. Además hago otras cosas".
Cine intelectual
Entre esas otras cosas está la película Fiesta, que ahora rueda en la provincia de Segovia. Están tambien sus representaciones teatrales. Con la obra Vincent ha recorrido las principales ciudades de Estados Unidos, y asegura que no abandona la etapa de cine más intelectualizado durante la que rodó .The Balcony o Deathwatch, ambas basadas en obras de Jean Genet. Precisa, no obstante, que no cree que las películas de ficción científica tengan menos interés que esa otra clase de filmes. "Todo lo que se hace bien es importante. Y con Star Trek, tanto cuando se rodaba la serie televisiva con menos dinero que ahora, qué hemos gastado 2.140 millones de pesetas, se ha intentado dar el máximo de calidad".Nimoy, héroe indiscutible del público infantil y juvenil, dice, que, al menos en Estados Unidos, la gente está ya más calmada con su héroe, "debido probablemente a ese perfil humano que ha ido adquiriendo el personaje", y que ya son pocos los que le sorprenden, por la calle o le envían cartas. "Esa influencia llegó a ser explosiva personal y profesionalmente, pero ahora ya está todo casi en su sitio", asegura.
¿De mayor quiere seguir siendo Mr. Spock? Parece que sí, que al margen del proyecto inmediato de iniciar el rodaje de la cuarta entrega de la serie cinematográfica, también dirigida por él, no ve un final próximo del personaje. Pero, sobre todo, le gustaría seguir dirigiendo e interpretando toda clase de géneros, "como John Huston; creo que él ha sabido dar con la fórmula ideal".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.