Don Juan Carlos aclaró que la infanta Elena y el duque Eberhard von Wurtemberg solo son amigos
ENVIADO ESPECIALLa familia real española recibió ayer a los informadores gráficos en el palacio de Marivent, la residencia veraniega de don Juan Carlos y doña Sofía, en Palma de Mallorca. En el tono coloquial y amable que el Rey emplea en sus encuentros informales con periodistas y reporteros gráficos, don Juan Carlos aclaró, distendido y lejos de cualquier rigidez oficial, que la infanta Elena y el duque alemán Eberhard von Wurtemberg son solamente amigos. Los reporteros gráficos fotografiaron ayer al Monarca y a su familia acompañados por dos perros: un labrador y un pastor alemán.
Como en años anteriores, la actividad principal del Monarca, y este año la del príncipe Felipe, ha sido la participación de ambos, por separado, en la Copa del Rey y en la Semana Internacional de Regatas de Palma, dominadas de forma absoluta por la embarcación de la que forma parte don Juan Carlos, Bribón IV, propiedad del industrial catalán José Cusí. El Sirius II de la Liga Naval Española, que este año contó por primera vez con la participación del Príncipe de Asturias, quedó en lugar posterior, aunque ambas embarcaciones, junto con la Mandrake, se han clasificado para celebrar próximamente la Sardinia Cup, que tendrá como escenario la isla mediterránea de Cerdeña, y en alguna de cuyas etapas podría participar el Rey.La práctica de la vela, la navegación en el Fortuna y la vida en familia en Marivent -don Juan de Borbón, padre del Rey, navega igualmente por aguas de la bahía de Palma en su barco Giralda- conforman el día a día de las vacaciones del jefe del Estado y su familia, que se prolongarán hasta finales de agosto.
En el tono coloquial y amable con que habitualmente se dirige don Juan Carlos a los reporteros, aclaró los rumores sobre el supuesto noviazgo entre la infanta Elena y el tercero de los hijos de los duques de Wurtemberg, Eberhard von Wurtemberg. El Rey aclaró que sólo son buenos amigos que se conocen desde niños. El desmentido se produjo de forma espontánea en el curso de la recepción que los Reyes ofrecen tradicionalmente a los informadores gráficos desplazados a la isla. Las vacaciones del Monarca y su familia en Palma transcurren con normalidad y discreción, alejadas de fiestas sociales, con especial dedicación al mar e interrumpidas ocasionalmente por las audiencias que el Rey concede en palacio a políticos y personalidades que visitan Mallorca.
En los últimos tiempos, determinadas publicaciones de la prensa del corazón han presentado reiteradamente a la infanta Elena con Eberhard Wurtemberg: en el palacio que los herederos del antiguo ducado europeo poseen en Althausen, en la Selva Negra alemana; en fiestas de puesta de largo de aristócratas españolas; en la boda del hijo mayor de los duques de Alburquerque; participando en cursos de vuelo sin motor en Ocaña, o aceptando la Infanta la chaqueta que cortésmente le ofrecía el futuro duque alemán para combatir el frío en una fiesta reciente en Torrelodones (Madrid).
Rumores o indicios que se alimentaban por la discreción y prudencia que tanto la Casa Real como el ducado de Wurtemberg han mantenido al respecto. Incluso había quedado sin desmentido oficial la noticia publicada en primera página, hace unos días, en un diario local -última hora-, cuyo texto señalaba que el compromiso oficial del noviazgo iba a hacerse público en Mallorca durante este mes de agosto.
De fuentes próximas a la familia de los Wurtemberg, EL PAIS ha podido averiguar que los duques y sus seis hijos tienen el proyecto de realizar un crucero por el Mediterráneo a bordo de su yate Nolosé, y que únicamente tocarían tierra mallorquina, en caso de hacerlo, durante dos o tres días, habitando en ese supuesto en la finca de Andratx.
El rey Juan Carlos, que conoce a los padres de Eberhard -el duque Carl von Wuxtemberg y su mujer, Diana de Francia, hija del conde de París- desde hace más de 20 años, es padrino de la hija pequeña de ambos, Fleur, a quien regaló recientemente un perro labrador llamado Bámbola.
La infanta Elena, que fue objeto especial de atención por los fotógrafos que ayer visitaron Marivent, tiene intención de participar en dos concursos de hípica -en La Granja (Segovia) y Cascais (Portugal)- en fechas próximas, y por ello se entrena a diario, a muy primera hora de la mañana, en un club de equitación cercano a Palma.
Las vacaciones de la familia real, por lo demás, mantienen la discreción de años anteriores. El movimiento de personas en Marivent en estas primeras jornadas se refiere a familiares de la reina Sofia fundamentalmente. Las únicas audiencias políticas que el Rey ha concedido hasta la fecha han sido al presidente del Gobierno, Felipe González, una fecha antes de que éste emprendiese su viaje de vacaciones al Caribe; al ministro de Defensa, Narcís Serra, que acudió a visitarle el pasado día 3, antes de instalarse en Deiá, al oeste de la isla, para pasar unas semanas de descanso, y al ex gobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles, que veranea y practica el golf en el club de Santa Ponsa, localidad cercana a Palma.
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