El Gobierno ha vendido o liquidado ya 641 empresas de las 777 que tenía el grupo expropiado a Ruiz-Mateos
El Gobierno y la Dirección General del Patrimonio han rebasado ya ampliamente el ecuador de la operación reprivatizadora de las acciones y participaciones de las sociedades del grupo Rumasa. De las 777 empresas descubiertas de que tiene constancia el Ejecutivo como vinculadas al holding expropiado a José María Ruiz-Mateos, incluidas participadas, minoritarias, filiales, etcétera, se ha vendido o liquidado a primeros de agosto en curso la cifra, de 641 sociedades. Descontadas minoritarias, quedarían realmente por vender unas 45 empresas, más 8 inmobiliarias, las fincas de Jerez y el Exhank
De esta última cifra, la mayor parte son sociedades ficticias, de escasa o nula actividad, nacidas en la maraña de la operativa subterránea del imperio Rumasa, y cuyo fin ha llegado mediante el procedimiento burocrático de instruir la correspondiente acta de disolución y posterior cancelación en el registro. Así, 127 son las llamadas sociedades ajenas al grupo, cuya "situación peculiar" ya ha sido resuelta y se encuentran canceladas. Otras 126 sociedades fueron disueltas antes del 30 de diciembre de 1983. Se encuentra ya firmada ante notario la escritura de disolución de otras 169 sociedades, más otras 44 con escritura de disolución en curso y otras 50 con los trámites en marcha para la oportuna acta de disolución.Las empresas realmente vendidas desde que se inició el proceso de reprivatización se sitúan en 125. El valor neto patrimonial de tales sociedades se eleva, en cifras redondas, a 5.700 millones de pesetas, y el precio al que han sido vendidas por el Patrimonio se sitúa en 8.500 millones, con un excedente teórico para el Estado situado en torno a los 2.800 millones de pesetas.
El pasivo total de las empresas vendidas ascendía a 58.000 millones de pesetas, de los cuales los compradores han asumido, en términos redondos, 53.000 millones. Los 5.000 millones no asumidos estaban muy concentrados en una serie de sociedades en situación especialmente calamitosa, caso del grupo Segura Viudas, que absorbe cerca de 3.500 de los 5.000 millones mencionados. De aquel pasivo total, una parte significativa ha sido adquirido por los compradores en condiciones no de mercado, disfrutando de unos tipos de interés inferiores a los actualmente vigentes. De cualquier forma, cerca de 40.000 millones han sido asumidos como estaban, es decir, en condiciones de mercado, mientras que unos 13.000 millones han salido disfrutando de algún tipo de refinanciación, caso de Loewe, donde los compradores han asumido 1.850 millones mediante un crédito por igual cuantía al 12% de interés.
Pendientes de enajenar
En teoría quedan 136 empresas por enajenar, cifra no del todo exacta, por la misma problemática de sociedades vinculadas, interpuestas, participadas, minoritarias, etcétera. Es el caso de los vinos de Jerez, donde la marca Williams & Humbert tiene siete filiales en el exterior, o el sector inmobiliario, donde existen computadas 20 firmas, aunque realmente existan ocho sociedades para vender; es el caso de las cuatro sociedades integradas en Galerías Preciados o las cinco de Bodegas Berberana, SA. Aventando la paja de estas sociedades más o menos ficticias, cabría decir que lo que queda por reprivatizar se refiere a 45 empresas, más las ocho inmobiliarias, más las fincas de Jerez, más el Exbank.
En términos de plantilla, han sido reprivatizados más de 21.000 trabajadores del antiguo holding de la abeja, dato que maneja con especial mimo el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, que temió en su día encontrarse con dificultades en este punto puestas por unos trabajadores dispuestos a acogerse a su condición de funcionarios, y por tanto a mamar de las ubres del Estado, antes que arrostrar los peligros de los nuevos propietarios privados, asunto que el superministro sospechó fuera utilizado de forma contundente por los enemigos de la expropiación del imperio de José María Ruiz-Mateos.
Los puertos de primera categoría que al Patrimonio le quedan por escalar en la carrera de la enajenación son realmente cuatro: Rioja, Jerez, Galerías Preciados e Hispano Alemana de Construcciones.
En Rioja, donde Rumasa cuenta con cuatro sociedades -Federico Paternina, Bodegas Franco Españolas, grupo Berberana y Bodegas Lan-, se está empezando a negociar, aunque el período vacacional hará que no se avance realmente hasta septiembre. Los potenciales compradores están estudiando los cuadernos de ventas, distribuidos entre los interesados a mediados de junio pasado, y en el Patrimonio había el 1 de agosto varias ofertas indícativas.
En cualquier caso, las sociedades de Rioja no se venderán en bloque, sino parceladas, con mejores perspectivas para Paternina, Franco Españolas y Lan, que podrían ser adjudicadas a finales de septiembre. Con Berberana, en peor situación, el problema es muy otro, por cuanto ha sido preciso efectuar una serie de operaciones previas, como comprar las participaciones (45%) de los minoritarios antes de proceder a efectuar el cuaderno de ventas. Dada la actual fragmentación de la producción del vino de rioja y la dificultad para asociar a los potenciales compradores españoles, solución siempre preferida por el Gobierno, "la venta del rioja no va a ser una empresa sencilla", en palabras de Javier Moral, director general del Patrimonio, estando abierta la puerta para la entrada de alguna multinacional extranjera del sector.
Vinos de Jerez, lo último
Los vinos de Jerez "van para largo", y probablemente serán lo último que se venda. Las 16 empresas de vinos de Jerez han sufrido los efectos del bisturí de los expertos del Estado hasta dejarlas reducidas a seis sociedades de mayor dimensión, unidades empresariales independientes, que son las marcas Terry, Garvey, Williams & Humbert, Diez Mérito, Palomino y Vergara y Bodegas Internacionales. La opera ción ha consistido en diseñar unidades autosuficientes susceptíbles de ser vendidas de forma individual, superando el maremágnum anterior, en que la sociedad que tenía viñas no tenía bodega, o marcas, o canales de distribución.
Esta reestructuración, que incluye lógicamente intercambios de activos, con las naturales compraventas entre sociedades, está en proceso jurídico de conclusión, y en septiembre se empezará a trabajar en los cuadernos de ventas de las seis nuevas sociedades.
El gran escollo es Galerías Preciados, cuyo cuaderno de ventas ya está terminado, y cuya venta, pocos lo dudan, va a costar sangre, sudor y lágrimas. En el Patrimonio confían en comer el turrón liberados de la carga Galerías, lo que implica encontrar un comprador en la frontera de noviembre/diciembre. El enfermo Galerías va bien, dentro de su acusada gravedad, y hasta puede hablarse de una mejoría reciente de sus resultados en base a notables avances en el terreno exclusivo de la gestión. El problema de Galerías reside en la falta de una mayor capacidad de venta, originado a su vez por la falta de imagen, el bajo nivel de ventas por empleado y las deficiencias en la calidad del producto. En suma, la medicina para el mal de Galerías reside en un adecuado merchandising, y el potencial comprador se encontrará frente a todos los problemas típicos del "vendedor".
La sorpresa podría saltar en la constructora Hispano Alemana de Construcciones, que bien pudiera quedarse en el área de las empresas públicas, "naturalmente si no hay compradores". En este caso no se efectúa cuaderno de ventas, ya que lo que realmente se vende es la cartera de obra que tiene la empresa, y eso varía de un mes a otro. Existen conversaciones con diversos grupos constructores españoles.
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