Una jubilación

Me dirijo a usted en calidad de persona afectada por una noticia aparecida en EL PAIS del pasado día 15 de julio, en la última página, en la cual se tergiversa el hecho causante de mi jubilación.Según la actual legislación local, al haber cumplido los 65 años de edad procede la jubilación forzosa del cargo de alguacil, y éste fue mi caso. No procede, en consecuencia, afirmar públicamente que el hecho de que el municipio decidiera instalar un servicio de megafonía provocara y decidiera mi jubilación. Antes al contrario, la automatización se llevó a cabo hace más de un año, pasando el que suscribe a cuidar de su funcionamiento y realizando, entre otras labores propias del cometido de alguacil, las de pregonero con las nuevas instalaciones, suponiendo para mí un descanso y una descarga lógica de mis tareas.-