El Ayuntamiento de Zaragoza controlará electrónicamente a sus funcionarios

El Ayuntamiento de Zaragoza controlará electrónicamente a sus funcionarios mediante la instalación de relojes conectados a un ordenador central, al que remitirán las horas de entrada y salida así como la incidencia del absentismo laboral. Esta medida y otras propuestas, como el control de las llamadas telefónicas y las fotocopias o la adquisición de máquinas de escribir, forman parte de un ambicioso plan de reforma administrativa que pretende llevar a cabo el ayuntamiento para agilizar su funcionamiento y ahorrar en los gastos corrientes.Los 10 aparatos electrónicos, cuya adquisición se eleva a unos cinco millones de pesetas, llevan incorporados unos discos magnéticos que memorizan la entrada de cada funcionario y estarán conectados a un ordenador central. Hasta ahora sólo se contaba con algunos relojes manuales instalados en el edificio de la casa consistorial, donde trabajan sólo 500 de los más de 3.000 empleados de que consta la plantilla. La novedad radica en que los servicios de estadística del ayuntamiento podrán consultar por teléfono estos gastos y comprobar en cualquier momento el número de funcionarios que se encuentran en su puesto, las ausencias, los retrasos y las salidas del puesto de trabajo.

Los aparatos se instalarán en casi todas las dependencias municipales, a excepción del parque de bomberos y la Policía Municipal, donde se pasa lista por la mañana, y se baraja la posibilidad de introducir en el futuro mecanismos más sofisticados. El concejal de régimen interior, Ignacio Gimeno, señaló ayer que la medida no ha encontrado oposición en los funcionarios y que "en algunos casos, por ejemplo en la gerencia de urbanismo, lo estaban deseando, pues hasta ahora tenían que firmar al entrar o salir. Con este nuevo mecanismo sólo varía la agilidad futura con que se pueden tratar estos datos, lo que hasta ahora se hacía de forma manual, consultando una a una cada ficha, o por medio de la información que nos suministraba cada jefe de sección".

Por su parte, el presidente del comité de empresa, Mariano Martínez, tras indicar que no se había contado con ellos para llevar adelante esta reforma, señaló que el asunto no ha sido tratado aún por los trabajadores dado que muchos están de vacaciones.

No se tienen datos concretos sobre la pérdida de horas o la incidencia del absentismo laboral, "precisamente por el anticuado sistema de control del que disponemos", según el concejal responsable. Otras medidas propuestas se refieren a un control analítico de las llamadas telefónicas y del uso de las fotocopiadoras, así como la compra de máquinas de escribir. El ayuntamiento pretende regular los gastos corrientes para destinar mayores fondos a la financiación del Plan General de Ordenación Urbana.

El ayuntamiento analizó los puntos donde se podría ahorrar y resultaron ser el teléfono, donde se detectó un fuerte despilfarro de varios millones de pesetas, las fotocopiadoras, cuyo servicio se centralizará en nueve unidades de reprografía, y la adquisición de nuevas máquinas de escribir.