_
_
_
_
_
Gente

Domingo Calonge Romera

se sintió verdaderamente molesto cuando un empleado de la finca El Coto de la Plata, situada en el término municipal de la población sevillana de Carmona, le mostró un ejemplar del El Correo de Andalucía en el que se describía su muerte, identificación y entierro. "Hasta ahí podíamos llegar", protestó. Inmediatamente se dirigió a casa de su hermana Tomasa, en El Viso del Alcor, que, al verle, sufrió un patatús y precisó de asistencia médica, para recobrarse al cabo de algo más de una hora. Juntos fueron al cuartelillo de la Guardia Civil, donde se aclaró todo: el lunes apareció un cadáver en una cuneta, semiquemado. Por el aspecto del cuerpo se pensó que pertenecía al citado Domingo Calonge, de 77 años, a quien sus conocidos describen como un hombre inclinado a vivir en libertad y a quien le gusta dormir al raso y vagabundear comprando y vendiendo cacharros. Tomasa Calonge creyó reconocer en el cadáver a su hermano, y como tal se dio notificación a la Prensa y se realizó el correspondiente entierro. Después de la repentina aparición, Tomasa Calonge ha suspendido la búsqueda de la cartilla de ahorros de su hermano, en la que se esperaba encontrar el importe de una quiniela de 13 resultados que el vagabundo afirmó haber acertado a principios de esta temporada. Ahora, el encargado del cementerio de Carmona tendrá que borrar del registro el nombre de Diego Calonge y la Guardia Civil deberá exhumar el cadáver para intentar una identificación más rigurosa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_