Un sistema proporcional puro
Desde la extrema derecha del partido Kach, que preconiza la expulsión de todos los árabes del país, hasta la izquierda comunista del Rakah, que cosecha el voto palestino, pasando por las dos grandes coaliciones del Likud y del laborismo, sin olvidarse de la Liga de Defensa de los Inquilinos y de otra asociación de inválidos, nada menos que 27 formaciones políticas -16 de ellas inexistentes en los anteriores comicios de 1981- se disputarán mañana los sufragios de 2.657.000 electores israelíes.Basta para presentarse a la competición electoral -y disponer de un espacio televisivo de por lo menos 10 minutos- con recoger 2.500 firmas de apoyo y depositar una garantía de unas 300.000 pesetas, recuperable si se obtiene uno de los 120 escaños del Kneset (parlamento), lo que sólo conseguirán una docena de las listas de aspirantes a diputados.
La ley electoral proporcional a nivel nacional -en Israel no hay circunscripciones- facilita el acceso al Kneset de pequeños partidos que con tan sólo un 1% de los sufragios (23.000 votos) conquistan ya un mandato parlamentario.
Como nunca en la historia electoral del Estado israelí una lista de candidatos ha conseguido la mayoría absoluta de 61 escaños en el Parlamento unicameral, formaciones diminutas, frecuentemente de marcado carácter étnico o religioso, desempeñan un papel clave sosteniendo o provocando con sus votos la caída de Gobiernos y la convocatoria de comicios anticipados, como los de mañana, lunes, celebrados un año antes de que acabe la actual legislatura.
Al margen de las dos grandes alianzas, la derecha nacionalista en el poder del Likud, integrada por el Herut y los liberales, y de la izquierda moderada, compuesta por los laboristas, el Mapam y otros liberales independientes, cinco partidos étnico-religiosos (Partido Nacional Religioso, Agutadut Israel, Tami, Shas, y Morasha), dos grupos centristas (Shinui y Yahad), dos listas progresistas (Ratz y Lova Eliav al Kneset), dos formaciones que abogan por la creación de un Estado palestino (comunistas del Rakah y la Lista Progresista por la Paz) y el movimiento ultranacionalista Tehiya tienen posibilidades de estar representadas en la Cámara que elegirán mañana los ciudadanos israelíes.
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