La discoteca de la alta sociedad de Palma, cerrada por incumplir normas de seguridad
El Ayuntamiento de Palma de Mallorca ha decretado el cierre de la discoteca Club de Mar, y de otras tres (Babalú, Orgami y Bolero), por estimar que carece de la documentación necesaria para continuar abierta, al no haber sido presentada por la dirección del establecimiento, finalizada la prórroga del plazo pactado entre la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta y la corporación. El Club de Mar, centro habitual de reunión de la alta sociedad que pasa por la capital balear, está situado en el complejo náutico-deportivo del mismo nombre.
El Club de Mar es una discoteca de elite, donde se encuentran, sobre todo en temporada veraniega, los famosos que pasan sus vacaciones en Mallorca. En el restaurante que está en el piso de encima, los Reyes de España suelen acudir a comer o cenar con frecuencia y, entre la lista de personajes que frecuentan el lugar están otros miembros de la familia real, las ex emperatrices de Irán, Farah Diba y Soraya, el príncipe de Kchocotúa (amigo personal del Rey) y el jeque árabe Kashogui, que en algunas ocasiones han celebrado allí fiestas particulares. Es, también, de obligada asistencia para artistas, intelectuales y políticos.
El ayuntamiento decidió el cierre de las cuatro discotecas porque no han presentado las correspondientes certificaciones de las obras de reforma, para ajustarse al Reglamento General de Policía de Espectáculos, en cumplimiento del acuerdo suscrito entre la autoridad municipal y los empresarios, en el mes de octubre de 1983, que fijaba la fecha tope de mayo de este año para que se hubieran subsanado las deficiencias y carencias de medidas de seguridad evidenciadas en las correspondientes inspecciones.
No acatan la orden
Los propietarios del Club de Mar no acatan esta decisión y su presidente, De la Rosa, ya había decidido el cierre el pasado miércoles, hasta que se dilucide a cuál de las dos instituciones corresponde actuar sobre el local, la Junta del Puerto o el Ayuntamiento. Las razones por las que De la Rosa se niega a cumplir las normas municipales surgen de la duplicidad de competencias que sufre el Club de Mar, que debe pagar servicios y tasas de la Junta del Puerto por estar ubicado dentro de la zona de su jurisdicción (en el Paseo Marítimo), mientras que el Ayuntamiento pretende imponerle los impuestos municipales y las tasas de licencia de apertura, entre otras cargas.Esta versión no coincide con la explicada el pasado viernes por el teniente de alcalde de Sanidad Ginés Quiñonero, que ha confirmado la próxima reapertura de los cuatro establecimientos, y en particular el Club de Mar, cuyos propietarios, dijo, han reconsiderado su postura y van a presentar la documentación requerida.
Con el cierre de estas cuatro discotecas asciende a ocho el número de las clausuradas este año por el Ayuntamiento. Las otras cuatro fueron cerradas el pasado mes de febrero, y sólo han vuelto a abrir tres de ellas.
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