_
_
_
_
BRICOLAJE

Las barbacoas son para el verano

Un poco de mortero y unos ladrillos refractarios pueden ser el primer paso para una suculenta parrillada

Nada como una chuletada o sardiñada en una noche de verano. Para ello no hace falta salir de casa. Todo depende de nuestra disponibilidad para instalar con las propias manos una barbacoa en la terraza o en el jardín. De esta manera hacer de albañiles, hasta puede resultar suculento...La barbacoa que proponemos es muy sencilla: consta de un cuerpo donde cocinar, en donde se hace el fuego, y otro auxiliar para superficie de trabajo y almacén de leña.

Antes de empezar a construir, si el suelo no es muy firme, conviene hacer una placa de cemento, que será un buen cimiento para que la barbacoa no se mueva ni se agriete. Cave unos 10-15 centímetros de profundidad en una superficie ligeramente mayor que la de la barbacoa (las medidas son a su elección y comodidad). Eche una capa de grava en el fondo del agujero y apisónela bien. A continuación eche, hasta llegar a nivel del suelo, la suficiente cantidad de mortero (una parte de cemento y tres de arena, más agua suficiente para que quede consistente, pero no muy líquido). Deje secar el mortero hasta que fragüe completamente. En lugares muy calurosos conviene regarlo de cuando en cuando para que no se agriete por secar demasiado deprisa).

Para la construcción es aconsejable emplear ladrillo refractario. Diseñe la barbacoa de modo que no tenga que cortar demasiados ladrillos, pues es lo más complicado si no tiene práctica. Empleando el mismo mortero que para los cimientos, vaya alzando, hilera a hilera, la doble U que constituye la barbacoa. Emplee regularmente un nivel y una plomada para que los muretes queden verticales, y las hiladas, horizontales. A la altura de la cuarta hilada de ladrillos, meta la reja donde se hará el fuego. Ha de ser un trozo de rejilla muy fuerte, pues debe resistir sin doblarse todo el calor del fuego. Si no la encuentra fácilmente, encárguela a un herrero, junto con la parrilla de asar.

Prosiga la colocación de los ladrillos hasta llegar a la altura deseada. (Recuerde que la rejilla del fuego y la parrilla de asar no han de quedar demasiado separadas: 20-25 centímetros es el espacio adecuado.)

La parrilla y la mesa de trabajo se apoyan en unos trozos de barra de hierro de 10 milímetros de diámetro, metidos en el mortero de la correspondiente hilada de ladrillos. Han de sobresalir unos cinco-siete centímetros para que ofrezcan un buen apoyo. La parrilla ha de ser casi tan fuerte como la rejilla del fuego. La superficie lateral de trabajo consiste en una tabla de madera maciza que encaja entre los ladrillos y se apoya en las barritas de hierro.

COLOCACIÓN

- Limpiar los pegotes de mortero de los ladrillos en seguida para que no los dejen manchados.

- Usar a menudo la plomada y el nivel, en especial si no está muy impuesto en la colocación de ladrillos.

- El corte de los ladrillos. Usar un cincel de hoja ancha y un mazo. Dos manitas lo hacen con un hábil golpe de canto de paleta, pero es algo que sólo se consigue después de estropear muchos ladrillos.

- La tabla que sirve de mesa auxiliar puede recortarse haciéndole un par de asideros, y sirve de bandeja para llevar las viandas a la mesa. No debe barnizarse ni dejarse a la intemperie continuamente, al igual que la parrilla, fuera de temporada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_