Seat ocultó pérdidas por valor de 100.000 millones en los últimos ejercicios

La compañía automovilística Seat aplicó una política contable "no apropiada" en los últimos ejercicios y, como resultado de la misma, ocultó a sus accionistas unas pérdidas que, repercutidas en un solo año, rondarían los 100.000 millones de pesetas. En una de sus últimas reuniones, el Consejo de Administración del Instituto Nacional de Industria (INI), a cuyo holding pertenece la empresa automovilística, decidió adoptar medidas urgentes para corregir el desequilibrio patrimonial de Seat y destinar fondos estatales en una cifra próxima a las pérdidas afloradas de una forma gradual. Un tercio de las mismas se saneará en el curso de 1984.

Una auditoría interna del propio INI realizada sobre Seat ha puesto de manifiesto los criterios contables inapropiados con los que se preparó la cuenta de resultados de la sociedad en los últimos ejercicios, si bien el mismo documento trata de justificar tal acción por entender que "ha sido imprescindible llevarla a cabo en los años de transición por los que la empresa ha pasado".En la reunión mencionada, el Consejo de Administración del INI decidió llevar a cabo de manera urgente un ajuste patrimonial en la sociedad, por importe de 31.537 millones de pesetas, que forzó a la junta extraordinaria de accionistas de la sociedad, celebrada a finales de junio, a reducir su capital a cero y ampliar posteriormente los recursos propios de la empresa en 42.000 millones de pesetas.

El Estado, además, destinará este año otros 21.050 millones de pesetas adicionales para compensar las pérdidas reconocidas de la sociedad en 1983, que ascendieron a 35.700 millones de pesetas. En años posteriores, y durante un período cuya duración está aún por decidir, el INI tendrá que aportar otros 45.916 millones de pesetas en concepto de ajustes contables que no se consideran inmediatos. La mitad de esta cifra se debe a una política de amortización insuficiente que "no llega a los máximos legales".

Otro concepto puesto de relieve en la auditoría es el de los 19.234 millones de pesetas que la sociedad tendrá que afrontar, ante los bancos, como consecuencia de las "diferencias de cambio" que no han sido puestas de relieve por la empresa.

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