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Comienza la batalla electoral contra Reagan

La larga marcha de Walter Frederick Mondale

Definido como un "intelectual brillante, que no es un Don Quijote que lucha contra molinos de viento, sino un político pragmático", Walter Frederick Mondale, de 56 años, pasa por ser un líder con perfectos conocimientos del complejo mundo político estadounidense. Mondale lo demostró una vez más al conseguir el nombramiento como candidato presidencial demócrata en la primera ronda de la votación.El quijotismo espiritual de Walter Mondale procede, probablemente, de su niñez y de su adolescencia, vividas en un ambiente familiar de austeridad y rigidez marcada por la presencia del padre, de origen noruego, que era pastor metodista en el pequeño pueblo de Ceylon, en el Estado agrícola de Minnesota, donde Mondale, conocido popularmente con el diminutivo de Fritz, nació el 5 de enero de 1928.

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El pragmatismo político, Mondale lo aprendió en su época de estudiante en la localidad de Elmor y en la Universidad de Minnesota, donde se licenció en Derecho en 1956, y descubrió la importancia de la recaudación de fondos para poner en marcha cualquier campaña política que pretenda triunfar.

Contribuyó activamente a movilizar dólares a favor del senador liberal Hubert Humphrey, que lo convirtió en su delfín.

En 1964 cubrió la vacante en el Senado de Humphrey, convertido en vicepresidente en la Administración del presidente Lyndon Johnson. Fue reelegido para este cargo en 1966 y en 1972, años en los que desarrolló una intensa actividad en el Congreso como miembro de importantes comités, como el de finanzas, agricultura y defensa. Sus votos de tono liberal en el Senado contrastaron con el apoyo acérrimo a la continuidad del envío de tropas a Vietnam (por lealtad a la política del equipo presidencial Johnson-Humphrey). "Fue el error más importante de mi vida", corrigió posteriormente Mondale.

Cuando en 1976 el gobernador de Georgia y candidato presidencial, James Carter, buscó un compañero de fatigas para la victpresidencia, el Partido Demócrata empujó la figura de Mondale.

Como vicepresidente en la Casa Blanca de 1977 a 1981, Mondale fue un número dos leal, que demostró saber lidiar con el Congreso, y participó activamente en negociaciones importantes, principalmente en política exterior, que culminaron con la firma de los acuerdos de paz de Camp David, entre egipcios e israelíes.

También participó en las negociaciones para una reducción y control de armas estratégicas (SALT II), que nunca llegaron a ser ratificadas por el Congreso estadounidense, en réplica, al menos -según la versión oficial-, a la invasión militar soviética de Afganistán.

Actualmente, Mondale mantiene un distanciamiento de la Administración Carter, de la que fue uno de sus pilares, para evitar despertar recuerdos poco gloriosos. El desgaste producido por la crisis de Irán -con 52 estadounidenses secuestrados durante 444 días en la Embajada de EE UU en Teherán- y el deterioro económico -con disparo del crédito bancario, la inflación y el desempleo contribuyeron a la derrota del equipo Carter-Mondale ante el tándem Reagan-Bush, el 4 de noviembre de 1980.

Sin embargo, para el Partido Demócrata, Walter Mondale emergió de la hecatombe de la Administración Carter como un vicepresidente efectivo y muy relacionado con la toma de decisiones importantes, factor que, junto a sus buenos e históricos vínculos con los sindicatos -una de las canteras tradicionales de los demócratas para sacar dólares y votos-, le valió la consideración de los directivos del partido cuando en 1983 anunció su intención de presentar su candidatura a la presidencia de EE UU.

Fumador de puros, Mondale ama la pesca, practica el esquí y juega al tenis. Shakespeare y Garibaldi son dos figuras históricas que le impresionan. En 1983 declaró unos ingresos de 316.330 dólares (unos 50 millones de pesetas), casi dos terceras partes más de lo que ganará en caso de ser elegido presidente de EE UU.

Casado con Joan Adams, el matrimonio Mondale tiene tres hijos: Ted, de 26 años; Eleonor, de 23, y William, de 21; este último, dedicado a la campaña pro-Mondale entre los estadounidenses de origen hispano gracias a su dominio del castellano.

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