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La política vial de la Generalitat repercute negativamente sobre el ferrocarril, según el Gobierno

Rosa Cullell

La Delegación del Gobierno en Cataluña ha rechazado el análisis hecho por los técnicos de la Generalitat en un informe sobre las líneas férreas de La Pobla y Puigcerdá, señalando que el Gobierno autonómico ha llevado a cabo un estudio parcial de las dos líneas férreas, obviando el análisis de los sectores e instrumentos de competencia autonómica. Según la Delegación del Gobierno, la Generalitat no ha evaluado las repercusiories negativas que sobre el uso del Ferrocarril se deducen de la propia política de carreteras de la Administración autonómica, entre ellas la puesta en marcha de nuevas carreteras y la apertura del Túnel del Cadí.

Para la Delegación del Gobierno, la Generalitat no se ajusta en su análisis a los costos reales de manutención de los tramos ni a los ingresos. En el caso del tramo Ripoll-Puigcerdá, al analizar la posible sustitución de las líneas férreas por el transporte de carretera, no tiene en cuenta en sus cálculos al Túnel del Cadí. Consideraciones parecidas se establecen en referencia a la puesta en marcha de la carretera C-147. "La competitividad entre modos de transporte, que antes no existía tan claramente, es ahora fruto de la acción de la propia Generalitat".

La Delegación gubernamental compara también los datos sobre el tráfico de mercancías dados por el Instituto de Transportes y Comunicaciones, afirmando que la Generalitat "no hace una consideración del mismo en el conjunto de la red".

En cuanto a los efectos socioeconómicos y el conjunto social, la Delegación afirma que el informe de la Generalitat "exagera las consecuencias sobre el empleo".

Críticas al estudio

Entre las críticas al estudio de la Generalitat sobre la viabilidad de la línea de La Pobla, el Gobierno considera que no se puede atribuir sin más zonas afectadas "a la existencia del ferrocarril, tal como plantea la consejería de Transportes"."Visto el escaso nivel relativo al uso del ferrocarril en los primeros pueblos de la línea hasta cerca de Balaguer, difícilmente se puede atribuir el crecimiento demográfico al modo de transporte", añade el estudio gubernamental.

Refieriéndose a la línea de Puigcerdà, la Delegación afirma que la Generalitat no analiza el caso de mantenimiento del ferrocarril hasta Vic-Ripoll y "por lo tanto no llega a conclusiones separadas para el tramo Ripoll-Puigcerdà, que es el único que, en todo caso, cabría discutir si debe mantenerse o no en estos momentos".

Finalmente, el Ministerio de Transportes ha reiterado la propuesta de mantener las líneas afectadas contando con la participación económica de la Generalitat, que ha rechazado continuadamente esta posibilidad.

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