El director de Transportes de la Xunta, acusado de emplear matones

El nuevo director general de Transportes de la Xunta de Galicia, Vicente López-Perea y Lloveres, aparece encartado en un proceso judicial por la presunta contratación de matones, "coacción en grado de conspiración", según la calificación fiscal, para forzar el cobro de una deuda pendiente en la persona de otro empresario, antiguo socio en una cadena de hamburgueserías. El alto cargo de la Xunta había sido condenado anteriormente por un delito de receptación -ocultación de un delito- a seis meses de arresto mayor y a una multa de 100.000 pesestas, y le fue remitida la pena por el Tribunal Supremo poco antes de su nombramiento.Hasta su designación, Vicente López-Perea era presidente del consejo de administración de una de las principales empresas del sector en Galicia, Transportes Finisterre. Ahora figura entre sus competencias fijar el precio de las tarifas y repartir las nuevas tarjetas discrecionales.

El actual director general de Transportes sustituyó en el cargo a Leandro Estévez, destituido fulminantemente por el consejero de Ordenación del Territorio Ángel Mario Carreño, tras abrirle un expediente a la empresa IASA por incumplimiento de obligaciones en una concesión. Esta última empresa y la que regentaba el nuevo director general pertenecen a una misma federación, Argabus, que agrupa a las cinco más importantes del sector.

Con ocasión de su destitución, Leandro Estévez denunció que las cuestiones trascendentales sobre regulación del transporte en Galicia eran sometidas por el consejero antes de su aprobación al visto bueno de otro importante empresario del ramo, Ramón Castromil, también integrado en Argabus, que es diputado en el Parlamento autonómico por Alianza Popular.

Vicente López-Perea aparece como uno de los siete encartados en un auto de procesamiento, dictado el 31 de octubre de 1983, tras la detención, en mayo de 1982, de tres hombres de Tarrasa contratados por un intermediario para forzar, "mediante amenazas y coacciones", el palo de una deuda.