El Popular cede al Bilbao los bancos que le correspondieron en la división financiera del grupo Rumasa

El Banco Popular ha entregado 175 millones de pesetas al Banco de Bilbao a cambio de que éste se haga cargo del Banco de Extremadura y de una serie de sucursales del Banco Condal, adjudicados al primero dentro del reparto entre los grandes del sector de la división bancaria de Rumasa. El acuerdo para esta cesión, que en principio no provoca cambios internos sustanciales en la clasificación bancaria, se ha producido en un tiempo récord: apenas 72 horas después del reparto de la división bancaria de Rumasa.La Asociación Empresarial de Banca (AEB), que difundió ayer una nota, consensuada con los bancos Popular y Bilbao, dando cuenta de esta operación, justificaba las razones que han llevado a la rápida conclusión de la misma. "Con esta decisión", dice la nota de la patronal bancaria, "el Popular mantiene su tradicional política de no expansión a través de la compra de bancos en crisis, manteniendo íntegro su compromiso de solidaridad para la adquisición de la deuda destinada al saneamiento del grupo Rumasa". Y a renglón seguido añade: "Por su parte, el Banco de Bilbao, que en repetidas ocasiones ha mantenido su voluntad de crecimiento a través de la compra de bancos en crisis, con la incorporación del Banco de Extremadura consolida la presencia de su grupo en un área en la que su cuota de mercado era proporcionalmente baja".

Lucha por la clasificación

Fuentes del Banco de Bilbao, consultadas sobre esta operación, insistieron en que la misma respondía a la filosofía de esta entidad de crecer mediante la adquisición de bancos en crisis, "como prueba nuestra licitación anterior por el Atlántico, Descuento y Bankunión". A nadie se escapa, sin embargo, que esta adquisición del Banco de Extremadura se produce pocas horas después del acuerdo de reparto de la división bancaria de Rumasa.El Bilbao, con la absorción del Extremadura, se sitúa en el primer puesto de la clasificación de adjudicación del grupo bancario de Rumasa por saldos acreedores, con unos 74.500 millones de pesetas, frente al quinto puesto que le correspondió el día del reparto de la división (48.470 millones de pesetas procedentes de los bancos Latino y del Oeste). Supera con ello en este reparto al Vizcaya, que llegó a ofrecer quedarse con toda la división y que al final se adjudicó el mayor volumen de saldos acreedores (68.770 millones, correspondientes a Bankisur), e incorpora a su red 184 nuevas oficinas. Esta adquisición no modifica sustancialmente, sin embargo, las clasificaciones de la banca por volumen de pasivos totales y de activos totales de cada entidad, que son los realmente importantes en la batalla de prestigio que mantienen los siete grandes.

No obstante, dentro de esta batalla por la clasificación, el Bilbao, entidad del país por pasivos, amplía en 6.000 millones su diferencia con el Banco de Vizcaya. Y en activos, donde el Vizcaya es el cuarto desde la adquisición de Catalana, el Banco de Bilbao reduce en 40.000 millones su diferencia con aquél. Por otra parte, el acuerdo Popular-Bilbao en este tema reabre la puerta a viejas especulaciones sobre operaciones internas de mayor envergadura entre dos o más de las mayores entidades del sector.

Los 175 millones de pesetas abonados por el Popular al Bilbao compensan, fundamentalmente, la asunción por este último del 16,7% del pasivo del Banco Condal. Para hoy están previstas las negociaciones para la distribución de las sucursales de este banco de Rumasa, que tras esta última operación deberá ajustarse a los siguientes porcentajes de propiedad de su pasivo: Bilbao (38%), Central (30%), Banesto (12,5%), Santander (10%) e Hispano (9,2%). El Banco de Vizcaya quedó al margen de la propiedad compartida de esta entidad de Rumasa.