El primer país del mundo en golpes de Estado

Desde que obtuvo su independencia, hace más de 150 años, Bolivia ha conocido una cifra superior a los 160 golpes de Estado, lo que le coloca como el primer país del mundo en pronunciamientos militares.En los últimos años, Bolivia ha tenido los siguientes avatares:

Octubre de 1970. El general Alfredo Ovando García, que había tomado el poder mediante un golpe de Estado, es derrocado por una junta militar. Le sucede el general Juan José Torres.

Agosto de 1971. Un golpe militar derroca a Juan José Torres e instala en el_poder al general Hugo Banzer. Este constituye uno de los récords históricos en el país andino, al mantenerse siete años consecutivos en el poder.

Julio de 1978. Después de unas elecciones generales que fueron denunciadas como fraudulentas, el general Hugo Banzer anuncia su retirada.

Agosto de 1978. Antes de que Banzer pudiera cumplir su promesa, el general sublevado Juan Pereda asume la presidencia. Se mantiene en el poder cuatro meses.

Noviembre de 1978. El general David Padilla, comandante en jefe' del Ejército, es nombrado presidente del Gobierno y promete elecciones generales.

Septiembre de 1979. El Parlamento elige presidente al civil Walter Guevara.

Noviembre de 1979. El general Alberto Natush da un cuartelazo. Toma el poder, aunque sólo logra mantenerse 20 días. Como fórmula de compromiso, se elige a Lidia Gueiler presidente de Bolivia, con el beneplácito de los militares.

Julio de 1980. Un golpe de Estado derroca a Siles Zuazo, que el mes anterior había ganado las elecciones. Preside la junta militar el general Luis García Meza.

Marzo, mayo y agosto de 1981. Tres intentonas militares se producen en el país, lo que hace que García Meza anuncie su retirada en agosto de ese año.

Julio de 1982. Tras la dimisión de Celso Torrelio Villa, que había accedido a la presidencia en septiembre de 1981, el general Guido Villoso es encargado de restablecer el régimen democrático.

Octubre de 1982. Hernán Siles Zuazo regresa de Lima, en donde permanecía exilado, para acceder a la presidencia de Bolivia, designado por el Congreso.