Dos muertos al derrumbarse sobre una casa un edificio de seis plantas en Barcelona

Dos mujeres de avanzada edad, madre e hija, perecieron en la madrugada de ayer cuando su vivienda fue aplastada por un edificio colindante de seis plantas que se desplomó, sin que hasta ahora se conozcan las causas del suceso. El accidente se produjo hacia las 4.30 horas en la calle de Sócrates, al norte del barrio barcelonés de Sant Andreu. El jefe del Cuerpo de Bomberos de Barcelona estima que la catástrofe no ha sido provocada ni por gas ni por una explosión. El técnico aventuró, aunque con reservas, la posibilidad de que el derrumbamiento se haya debido a problemas de la cimentación del edificio.

A la espera de que el análisis de escombros aclare el fondo del problema, los restos del edificio han sido precintados y estarán custodiados por policías nacionales hasta el próximo lunes, en que se iniciarán los peritajes. Las dos víctimas son María Blasi, de 80 años, y su hija Rosa Roca Blasi, de 60. Este accidente de Sant Andreu se ha producido cuatro meses y diez días después de que otros edificios del mismo barrio, en la calle del Cinca, se desplomaran causando también la muerte a tres personas por causas que siguen sin estar esclarecidas.Una mujer que vive delante del edificio en que residían las víctimas ha explicado que estando acostada, "de repente oí un estruendo muy fuerte, me asomé al balcón y vi como toda la casa de enfrente se derrumbaba y cubría la casa de la señora María y los tres coches que estaban aparcados enfrente: un Ritmo, un R-12 y un R-9".

Jaume Fabregas Castillo, 54 años, propietario de la finca que se derrumbó aplastando literalmente el hogar de las dos mujeres declaró que no lo podía creer. Fabregas explicó que "a comienzo de los años sesenta mi padre, Antonio Fabregas, compró la planta baja de la calle de Sócrates a María Blasi Casanovas -una de las fallecidas-. Precisamente, debajo de aquella vivienda durante la guerra estaba situado uno de los refugios antiareos del barrio. En unos pocos años, y en dos etapas, el arquitecto Piqué construyó allí un edificio de cuatro plantas, ático y sobreático, que destinamos al alquiler".

El propietario del edificio que se derrumbó describió la utiliza ción actual del edificio: "En la planta baja tenía mi carpintería; en el primer piso desde hacía dos meses no había inquilino; en la segunda estaban las oficinas de un ceramista; la tercera y cuarta plantas, así como el sobreático servían de almacen para tejidos a un fabricante de Gerona; y en el quinto existía un taller de confección".

Muy afectado por la muerte de María Blasí y su hija Rosa Roca -"a las que conocía de toda la vida"- y por el derrumbamiento de su edificio, su único consuelo, dijo, "era ver a todos mis inquilinos intentando recoger sus pertenencias entre los escombros; si el accidente se hubiera producieo esta mañana a las 11, por ejemplo, ahora, todos estaríamos muertos".

El jefe de bomberos de Barcelona señaló una causa a título de hipótesis: "Creo que ha habido un fallo de cimentación. La casa tuvo dos fases de construcción y quizá la cimentación no era adecuada". Apoyó esta opinión en el hecho de que se había comprobado que el edificio desplomado no tenía conducciones de gas ni había explotado ninguna bombona de butano, así como en los indicios existentes de que antes del desplome no hubo ninguna explosión.