Iberia reanudará mañana todos sus vuelos internacionales con pilotos contrarios a la huelga

La compañía Iberia restablecerá, a partir de mañana, todos los vuelos internacionales, que serán atendidos por pilotos voluntarios en desacuerdo con la huelga indefinida planteada por el Sindicato Español de Líneas Aéreas (SEPLA). Ayer fueron cancelados a causa del conflicto 52 vuelos nacionales, 16 de los cuales corresponden al puente aéreo entre Madrid y Barcelona, y 16 internacionales, según fuentes de la compañía. Las capitales europeas afectadas por estas cancelaciones han sido Lisboa, Amsterdam, Milán, París y Londres. En cada uno de los siete días de huelga de pilotos, el número de vuelos intemacionales suspendidos ha superado la decena.Representantes del colectivo de pilotos de vuelo y de la dirección de Iberia mantuvieron ayer una nueva reunión negociadora en la que los portavoces del SEPLA presentaron su plataforma reivindícativa. La reunión se suspendió a mediodía sin que inicialmente Iberia hubiera aceptado las exigencias de los pilotos, aunque los contactos se reanudaron a las seis de la tarde.

La huelga no incide apenas en los ingresos de los pilotos, que tienen garantizado, por convenio, el pago de un mínimo de 50 horas, tanto sí cumplen ese mínimo en vuelo como si no lo hacen. Por su parte, el grupo de pilotos que está dispuesto a garantizar la totalidad del tráfico internacional de Iberia parece oponerse a cierto protagonismo de algunos dirigentes del sindicato, y, particularmente, de su secretario, Martín Echevarría, y del comandante Otaño, portavoz del comité de huelga.

El plan de vuelos de Iberia, basado en el decreto de servicios mínimos dictado por el Ministerio de Transportes, prevé el mantenimiento de una parte de los vuelos internacionales, así como de todos los vuelos nacionales con las islas y una parte de los peninsulares. Ese decreto encontró la oposición del SEPLA, que quería mantener sólo una parte de los vuelos con las islas, por lo que presentó recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional, pidiendo la anulación del plan de servicios mínimos, al entender que atentaba contra el derecho de huelga.

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