Sánchez Asiaín propugna un pacto de la banca y el Estado para reducir el coste del dinero
El déficit público no puede ser considerado como el chivo expiatorio de la situación de la economía española, sino simplemente como la consecuencia lógica de la crisis por la que se ha atravesado, manifestó José Ángel Sánchez Asiáin, presidente del Banco de Bilbao, en el transcurso de la junta general de accionistas de la entidad, en la que afirmó era necesario llegar a un pacto financiero con el Estado para la refinanciación de la deuda interior.
Las posibilidades de que el coste del dinero se reduzca en tres o cuatro puntos en los próximos meses dependen de que el Estado se muestre dispuesto a entablar conversaciones con las entidades crediticias.En medios de la Administración se ha manifestado una oposición rotunda a esta alternativa, ya que ello significaría, a su entender, volver a romper las reglas del mercado y regresar a unos tiempos en los que los tipos de interés -tanto de las operaciones de activo como de las de pasivo- se establecían de forma rígida y por la vía administrativa. Raimundo Ortega, director general del Tesoro y Política Financiera, señaló en la última reunión con representantes de los grandes bancos, en la que se planteó esta posibilidad, que aceptar esta alternativa significaba echar por tierra todo el trabajo desarrollado en los últimos tiempos.
En el fondo parece que subsiste la idea de que alcanzar acuerdos con las entidades crediticias de esta magnitud sería volverse a poner a disposición de los bancos y cajas para establecer las condiciones de aseguramiento de la financiación del déficit del sector público. La vía de los coeficientes y de la emisión de pagarés del Tesoro a corto plazo es la elegida, hasta el momento, por la Administración.
El presidente del Banco de Bilbao expresó que, a pesar de estas reticencias, es posible llegar a un acuerdo por el cual se produciría una reducción sustancial del precio del dinero, lo que permitiría que las instituciones financieras pudieran consideras con visos de aprobación operaciones de préstamos a tipos de interés muy por debajo de los actuales, lo que aseguraría su puesta en práctica. Para Sánchez Asiáin es posible financiar al 14% operaciones que son inviables a tipos más altos. Las cuentas de resultados de los bancos y cajas de ahorro no tendrían por qué verse afectadas por esta reducción de los tipos si al tiempo que se produce una bajada en la remuneración de las operaciones de activo tiene lugar un movimiento similar en la retribución de los depósitos bancarios. Ello sólo será posible, en su opinión, si el Estado alcanza un acuerdo duradero con las entidades financieras.
En último término, el presidente del Banco de Bilbao señaló como imprescindible el alcanzar un acuerdo entre todos los agentes económicos y sociales en el que se fijen los objetivos a alcanzar por la economía española y los costes que ello entraña. Sánchez Asiáin afirmó que la recuperación y modernización de la estructura económica sólo se hará realidad si detrás de la flexibilización de los mecanismos que rigen en la actualidad se produce la potenciación de la inversión, del concepto de beneficio y de la figura del empresario.
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