Un abogado denuncia a Pertini, sin nombrarle, por el traslado del cadáver de Berlinguer

Enzo Avino un abogado de Casino, ha presentado una denuncia "contra desconocidos" por ocultación indebida de cadáver. Todo el mundo en Italia sabe, sin embargo, que el destinatario de la denuncia es el personaje más conocido e importante de este país; el presidente de la República, el socialista Sandro Pertini, que, a las pocas boras de la muerte del secretario general del Partido Comunista italiano, Enrico Berlinguer, cogió sus restos mortales y se los llevó a Roma, desde Padua, en su avión presidencial.

El gesto de piedad y de cariño del anciano Pertini parece ir en principio contra el artículo 141 de una ley de 1939 que determina el período de observación de cadáver, según, el cual no se puede cerrar la caja de un fallecido antes de transcurridas 24 horas de su muerte, y menos aún enterrarlo.¿Qué hará ahora la Presidencia de la República? Nada; porque Pertini fue más astuto que el abogado. Para proceder al cierre de la caja y al entierro era necesaria la autorización del preffeto o gobernador del lugar del fallecimiento. Y el preffeto de Padua había firmado la autorización gracias a otra ley más reciente que permite abreviar los plazos Se trata de la ley de donación de órganos, sobre todo si el difunto está afiliado al AIDO (Asociación Italiana de Donantes de órganos). ¿Estaba Berlinguer afiliado a AIDO? No importa. Podía haberlo estado. ¿Se le hizo después la operación para algún trasplante? Tampoco importa. Lo que cuenta es la ley, y la ley lo permitía.