'Cumbre' de 11 países latinoamericanos para buscar un marco global en la renegociación de la deuda exterior

Cancilleres y ministros de Hacienda de 11 países latinoamericanos se reunirán a partir de mañana en Cartagena de Indias (Colombia) con el fin de establecer un marco global para la renegociación de su deuda externa, que supera en conjunto los 300.000 millones de dólares. No se trata de crear un club de deudores, sino de desarrollar principios comunes que cada Gobierno aplicará individualmente en sus conversaciones con los banqueros y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los países asistentes a la conferencia son: México, Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Uruguay, República Dominicana y Bolivia. Estos dos últimos se encuentran en una virtual suspensión de pagos, mientras que Argentina ha roto el diálogo con el FMI y Venezuela sostiene un duro forcejeo para evitar que las recetas del organismo financiero le lleven a una recesión.La cumbre buscará "soluciones de integración del conjunto latinoamericano", según declaró ayer Belisario Betancur, presidente de Colombia.

Las políticas de austeridad aplicadas en varias naciones por exigencias de FMI han originado ya serios conflictos sociales en Perú, Brasil y República Dominicana. Aun en el caso de México, que ha obtenido algunos resultados brillantes, el saneamiento financiero se ha salvado con una reducción notable en el nivel de vida de sus ciudadanos.

Se trata en todos los casos de países con una elevada tasa de crecimiento demográfico que necesitan progresos en su producto interno cercano al 4% para satisfacer las demandas mínimas. Este objetivo sólo puede lograrse, argumenta la mayoría de los asistentes a la conferencia, estableciendo una relación entre el servicio de la deuda y las exportaciones, de forma que al menos una parte de las divisas obtenidas por el comercio puedan destinarse al desarrollo.

Un convenio de esta naturaleza exigiría alargar los plazos de los créditos por encima de los 15 años y conseguir períodos de gracia de unos cinco. En esta dirección caminan las propuestas de los asistentes, que están estudiando los problemas en comisiones formadas por los subsecretarios, a fin de allanar el camino a los ministros.

En un orden más técnico, los Gobiernos latinoamericanos pretenden que la renegociación se haga por períodos de tres años y no anualmente, como se viene haciendo, para fijar políticas económicas de mediano alcance y no estar sometidos cada 12 meses a la presión de la banca internacional.

Tipos de interés

El Gobierno mexicano ha anunciado por su parte que en la reunión de Cartagena de Indias buscará el consenso más amplio posible para presionar a Estados Unidos a fin de que reduzca su déficit presupuestario crónico, que a juicio de sus vecinos es el principal culpable de las alzas en las tasas de interés. La subida de 1,5 puntos desde el mes de marzo ha costado a estos países cerca de 5.000 millones de dólares en intereses adicionales.Una estabilidad en la tasa de interés es cuestión de supervivencia para las naciones más endeudadas de América Latina, que pretenden también sustituir el prime rate como referencia de los créditos internacionales por el interés interbancario, con ciertas garantías frente a las alzas del mercado financiero. El creciente crédito otorgado a Perú podría servir como base de acuerdo.

Entre los asistentes a la junta ministerial se adivinan dos bloques: aquellos que han alcanzado un entendimiento con el FMI a base de programas de austeridad y recesión, y aquellos otros que se niegan a seguir esta vía, aunque admiten la necesidad de hacer sacrificios internos. La banca parece dispuesta a hacer concesiones a los primeros, pero se muestra sumamente recelosa ante los segundos.

El subsecretario de Hacienda de México, Francisco Suárez Dávila, ha advertido que no pueden esperarse soluciones mágicas de la reunión, que será sólo un paso en la búsqueda de principios generales para enfocar individualmente el endeudamiento de cada país, teniendo también en cuenta los principios que enunciaron las naciones industriales en su reciente conferencia de Londres.

Frente a las tesis extremas de quienes pretenden someter el tema de la deuda exclusivamente a las leyes del mercado y aquellos otros que quieren entrar en una negociación global entre deudores y acreedores, el Gobierno mexicano coincide con el de Brasil en acordar unas bases generales para que cada Gobierno se entienda luego con la banca.