Boyer reconocía la similitud de la entidad financiera catalana con otras crisis bancarias

La breve explicación de Miguel Boyer al Parlamento, en 1983, sobre el propósito gubernamental de exigir responsabilidades por la crisis de Banca Catalana, fue la siguiente: "El Gobierno, acordó pedir al Banco de España elementos de juicio, por si en la actuación de los administradores de Banca Catalana se hubieran detectado irregularidades que exigieran responsabilidades y, por consiguiente, para poder comunicar, en caso de que existiesen estos indicios, a la Fiscalía del Estado la depuración de las responsabilidades a que hubiese lugar".En respuesta a una pregunta posterior del Grupo Popular, el ministro contestó que había pedido al Banco de España los antecedentes sobre la evolución del banco, y que estos antecedentes, "naturalmente", serían puestos a disposición de los fiscales; asimismo dijo que el banco emisor instruiría un expediente por las responsabilidades administrativas.

"Es la misma actuación que hemos seguido en otros casos. El Gobierno tiene indicios de irregularidades importantes de todo orden en este grupo bancario, y naturalmente no es misión del Gobierno el depurar esas responsabilidades, sino que es la. de comunicar todos los antecedentes que le transmita el Banco de España, cuando éste haya completado los expedientes sobre la ínateria".

"Desgraciadamente", agregó, "no es muy diferente el caso de este banco del de la mayoría de los casos que hemos presenciado de crisis bancarias en cuanto a irregularidades, salvo por la gran magnitud del problema".