Ambiente de indiferencia en Polonia ante las elecciones municipales de hoy
Ante las elecciones para los consejos populares (organismos municipales y provinciales), que se celebran hoy en Polonia, el ambiente en Varsovia era ayer de indiferencia, sin que apenas se aprecien signos externos de interés por la votación. El régimen polaco insiste en los medios de comunicación en que con la elección se vota "por un futuro mejor"; la oposición, desde la clandestinidad, califica de "farsa" las elecciones; mientras que la jerarquía eclesiástica se abstiene de pronunciarse.
Las calles de Varsovia estaban ayer más desiertas de lo habitual en un sábado previo al verano. Desde los muros de la ciudad algunos carteles aburridos recordaban el día 17 de junio y aparecían también las listas de candidatos a los consejos populares. En algún punto aislado, como en el barrio de Ursynow, se advierten pintadas mal borradas, en las que se puede leer todavía el texto que dice "boicoteo a las elecciones" y "no votes".
De nuevo, Radio Solidaridad
Abstención es la consigna de la oposición al régimen. La noche del viernes, desde la clandestinidad y a través de la frecuencia modulada, llegó de nuevo, apenas inteligible, Radio Solidaridad, que decía "este programa lo hemos preparado pensando en la farsa electoral que tendrá lugar el próximo domingo. Escuchemos lo que dice al respecto Zbigniew Bujak". La voz del líder sindical, que todavía queda en libertad y sigue en la clandestinidad desde el 13 de diciembre de 1981, cuando se decretó la ley marcial, apenas se entendía por las interferencias. Bujak dijo "de nuevo, como tantas veces en, nuestra historia, la conciencia del pueblo va a ser sometida a una prueba. La farsa electoral trata de convencernos de la inutilidad de nuestra resistencia". El resto ya no se pudo entender.El régimen parece convencido de que en las elecciones de mafiana no podrán conseguirse ni presentarse a la opinión pública las abrumadoras cifras de otros países del llamado socialismo real y así lo han reconocido ya de antemano los portavoces gubernamentales.
Como para curarse en salud, el semanario del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP comunista), Polityka, publicó esta sernana un artículo de su director, Jan Bijak, en el que explica que muchos no votarán por estar enfermos, otros en viaje de servicio o de vacaciones, pero también reconoce el articulista que en Polonia existe hoy día apatía e indiferencia política y además "hay una oposición, y la abstención no tiene consecuencias penales".
El humor popular
La oposición ha tratado de realizar campaña contra la participación electoral. El líder sindical y premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, junto con otros 40 dirigentes del sindicato prohibido Solidaridad, hicieron un llamamiento a la abstención. Circulan pasquines y pegatinas muy rudimentarias con frases como "nuestra respuesta a las elecciones antidemocrátícas es el boicoteo".El humor popular ha producido chistes y ripios burlones como "si votas al PRON en la lista, eliges a un comunista". PRON es el Movimiento Patriótico de Renacimiento Nacional, organismo que engloba a las fuerzas políticas leales al régimen. En Silesia circuló días atrás un panfleto con la frase "el Gobierno boicotea las Olimpiadas y los hinchas boicotearán las elecciones".
Los colegios electorales permanecerán hoy abiertos en todo el país desde las seis de la mahana a las ocho de la tarde. El número de candidatos en todo el país es de 220.856, el doble de los puestos que habrá que cubrir.
Los candidatos se presentan en una sola lista y el elector tiene la posibilidad -no la obligación- de tachar la mitad de los candidatos.
Si no tacha los nombres, los votos se contabilizan a favor de los propuestos en primer lugar de la lista única.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.