Agustin Rodríguez Solís
un jerezano residente en Torremolinos y dedicado a las finanzas, quiere obtener la aprobación del Ayuntamiento de Jerez para instalar un busto de José María Ruiz-Mateos en uno de los lugares más destacados de la ciudad de las bodegas: la alameda Cristina. Un proyecto que, a pesar de que dista mucho de entusiasmar al alcalde, el andalucista Pedro Pacheco, y de que cuenta con escasas posibilidades, no deja de apasionar al financiero, que ha solicitado permiso del director de la prisión de Francfort para la entrada del escultor Santiago de Santiago a la celda que ocupa el empresario. El promotor de la iniciativa está dispuesto a costear de su pecunio particular el monumento, que saldría por algo más de cinco millones de pesetas. Por el momento, ha fundado en Torremolinos un Club Ruizmateísta y recoge firmas en Jerez para ablandar al alcalde respecto a su idea. Que nadie piense, sin embargo, que Agustín Rodríguez conoce personalmente a Ruiz-Mateos o que se trata de un deudor agradecido. Simplemente, y por esas extrañas afinidades, se declara admirador suyo.
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