Zabarte Arregui, un 'histórico' al frente de un comando operativo
La detención de Jesús María Zabarte Arregui constituye una importante captura por parte de la Guardia Civil, que ha estado pisándole los talones en los últimos meses. Según la policía, Zabarte, uno de los pocos históricos de ETA que aún dirigían comandos ilegales (compuestos por miembros liberados de la organización), había tomado parte en los últimos meses en 12 asesinatos.Natural de Mondragón, casado y de 38 años, Zabarte, junto con Txikia, que murió por disparos de por la policía, resucitó la V Asamblea de ETA, a cuya dirección perteneció, junto a José Manuel Beñarán, Argala, y Domingo Iturbe Abasolo, Txomín Éste último, según la policía, fue quien le captó, en, 1967, para la organización.
Sutistoria personal es un rosario de acciones propias de un guerrillero siempre con la vida en un hilo. Protagonista de importantes fugas, tampoco se libró de más de tres años de cárcel, que finalizaron con la amnistía de 1977.
Su aparición en la escena terrorista se produjo en 1972, en medio de un tiroteo ocurrido en Quinta Real, la frontera pirenaica de Navarra, en el que perdió la vida Juan Bautista Goikoetxea, el primer Txapela de esta familia, cuyo hermano fue recientemente asesinado por los GAL. Gravemente herido, consiguió huir a Francia, aunque el Gobierno francés lo deportó a Bardelio, de donde también se escapó.
A finales de 1972 vuelve a Pamplona, y su sombra se alargó cuando el entonces director general de la Guardia Civil, Carlos Iniesta Cano, en un viaje que por entonces realizó a la capital navarra, declaró que el problema de ETA no era más que "un catarro que se arregla con dos aspirinas". Esa misma madrugada saltaba por los aires, pulverizado, el monumento al duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil, que presidía la entrada al cuartel.
Jesús María Zabarte, instalado en Pamplona, estuvo a punto de ser detenido en esta ciudad, en enero de 1973, días antes de secuestrar a Felipe Huarte, operación que él dirigió, junto con Txikia. A los pocos meses de esta acción, resultó herido en el transcurso de otra operación, que él mismo protagonizaba en Vizcaya, lanzando cócteles molotov. Rodeado por la policía, todavía se defiende a tiros y es detenido en 1973 en un tiroteo en el que estuvo a punto de perder una pierna.
Conoció la cárcel de Basauri, y de allí fue trasladado a Burgos. En esta prisión protagonizó un intento de escapada, que abortaron en la misma puerta cuando consiguieron reducirle. Quienes le conocieron en sus años de cárcel aseguran que más de un tercio de su tiempo de prisión lo pasó en celdas de castigo. Liberado por la amnistía de 1977, Zabarte formó parte del comité ejecutivo de HASI, que abandonó, hasta que un año más tarde la policía le vuelve a detener en Mondragón, esta vez con varias cartas en las que se solicitaba el impuesto revolucionario. Fue puesto en libertad el 28 de marzo de 1979. Posteriormente se traslada al País Vasco francés, donde se alineó nuevamente en las filas de ETA Militar.
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