Iberia perdió 8.000 millones de pesetas más de lo anunciado, según una auditoría de la Intervención General del Estado

Las pérdidas de Iberia en el ejercicio 1983 ascendieron a 32.000 millones de pesetas, 8.000 millones más de lo anunciado por el presidente del Instituto Nacional de Industria, Enrique Moya, en diversas ocasiones en los últimos meses. Estas cifras se derivan de los ajustes propuestos por la auditoría realizada por la Intervención General del Estado en la compañía aérea, que fue terminada con fecha 4 de abril pasado, el mismo día que Enrique Moya escribía a Carlos Espinosa de los Monteros, presidente de Iberia, comprometiéndose a ampliar el capital social de Iberia en 90.000 millones de pesetas si conseguía llevar adelante un ambicioso programa de reducción de costes. Paralelamente, hoy tendrá lugar la junta general de Iberia en la que Espinosa reconocerá unas pérdidas de 29.970 millones, 6.000 más de lo anunciado en abril.

La auditoría de la Intervención General del Estado en Iberia se corresponde al ejercicio 1983 Consta de 188 folios y sus autores hacen una serie de limitaciones sobre el alcance de lo auditado.La primera de ellas es que la auditoría tiene exclusivamente un carácter financiero -"únicamente se emite con objeto de cumplir el plazo de aprobación de las cuentas anuales, dada la premura de tiempo entre el comienzo de la auditoría y la finalización del mismo"- Dicho informe precede al que "en su momento se confeccionará de acuerdo con las normas de auditoría integral establecidas por la Intervención General". La realización de este trabajo se ha efectuado conjuntamente con Price Waterhouse.

Según los interventores, "la decisión de haber enfocado el examen a una auditoría limitada ha estado basada en las limitaciones inherentes a una primera auditoría y a las limitaciones previstas como consecuencia de las importantes debilidades del sistema de control interno administrativo-contable de la compañía identificadas como resultado de una evaluación del mismo realizada al inicio del examen".

Los auditores, que matizan también que "los asuntos descritos no son todos aquellos que podrían ponerse de manifiesto en caso de una auditoría financiera de alcance completo", aportan una serie de excepciones que dan lugar a propuestas de ajustes o reclasificaciones al patrimonio neto, a los resultados y a la presentación financieras de las cuentas anuales; y, una serie de incertidumbres "cuyo efecto no es de posible determinación a la fecha de este informe".

Los ajustes

Como resultado de la auditoría, la Intervención propone ajustes y reclasificaciones en relación a los resultados del ejercicio cerrado a 31 de octubre:- Para eliminar el efecto neto en la cuenta de resultados del ejercicio, de la actualización de la flota y los préstamos correspondientes en moneda extranjera, hay que añadir 5.514 millones a las pérdidas. Según la Intervención, la actualización de los préstamos al tipo de cambio de cierre sería aceptable bajo principios de contabilidad generalmente aceptados con cargo a la cuenta de gastos amortizables; la revalorización de la flota, aunque podría mejorar la presentación financiero-patrimonial de la sociedad, es difícilmente justificable de acuerdo con los principios contables recogidos en las disposiciones legales aplicables en este país y no es seguido en la práctica por las entidades mercantiles españolas. En ningún caso esta última actualización podría hacerse con abono a los resultados del ejercicio. Este mismo concepto tiene un efecto negativo en el patrimonio de cierre por la misma cantidad (5.514 millones).

- Para provisionar la paga devengada al cierre del ejercicio, 200 millones a añadir a la cuenta de resultados y 2.330 millones en el patrimonio de cierre.

- Para corregir la valoración de la participación en Aviaco y en Campos Velázquez, según el patrimonio contable derivado del último balance, 1.506 millones a resultados y 1.663 millones al patrimonio de cierre. Los auditores explican que la compañía considera que si el cierre de su ejercicio hubiera sido el 31 de diciembre, se habrían acogido a los beneficios de su actualización de activos previstos en la ley de Presupuestos de 1983. De conformidad con ello, las minusvalías resultantes en la cartera de títulos y participaciones (como es el caso de Aviaco), se compensarían con la plusvalía efectiva resultante de la actualización del resto del inmovilizado material.

- Para ajustar la sobrevaloración del inventario por compras de material aeronáutico en el ejercicio, al haberse aplicado un porcentaje estimado de gastos superior al real, sobre el precio de compra, 354 millones a añadir a los resultados negativos y a los efectos al patrimonio de cierre.

- Para reflejar la valoración definitiva de la facturación de salida a interlíneas, 328 millones a añadir a ambos capítulos.

- Para dotar la correspondiente provisión por las actas fiscales levantadas en ejercicios anteriores, 321 millones a efectos en el patrimonio de cierre.

- Para dotar provisión por gastos devengados al cierre correspondientes a gastos de reparación de piezas en el exterior e intereses bancarios, 100 millones a añadir a ambos capítulos.

- Por último, para provisionar el riesgo de incobrabilidad de los impuestos a recuperar en Nigeria, 60 millones a añadir a ambos capítulos.

La suma de todos estos conceptos hace que haya que añadir 8.062 millones a las pérdidas anunciadas y reducir el patrimonio de cierre en 10.670 millones.