Porsche, ausente de las 24 Horas de Le Mans

A las 3 horas de la tarde de mañana, sábado, comenzará a disputarse una de las carreras más populares del mundo, Las 24 Horas de Le Mans. Sin embargo, la prueba de resistencia por antonomasia estará este año algo devaluada, por la ausencia del poderoso equipo oficial Porsche. Al no estar de acuerdo con las medidas de restricción de consumo impuestas por la organización -propuestas por la Federación Internacional-, la escudería alemana occidental ha decidido no tomar parte en la prueba, con lo que ésta perderá una gran parte de su interés. Jacky Ickx, vencedor de la carrera en cinco ocasiones y piloto oficial de Porsche, no estará presente. Sí lo estará la escudería italiana Lancia, que debería conquistar un triunfo holgado -el primero de su historia- frente a los Porsche de algunos pilotos privados y los Jaguar oficiales.

Las medidas para reducir el consumo de gasolina en los coches de carreras, que comenzaron esta temporada a afectar a los monoplazas de Fórmula 1, serán decisivas en esta edición de Las 24 Horas de Le Mans. La Federación Internacional, que preside el francés Balestre, mantiene desde hace algún tiempo esta política de restricciones, que comienza ya a hacer estragos en la alta competición. Para la casi totalidad de los pilotos, se trata de una reglamentación ridícula, que les fuerza a conducir pensando más en no gastar demasiado que en ir más y más rápidamente.Para la mayoría de las escuderías no es menos absurda, porque les fuerza a realizar enormes inversiones de dinero para diseñar y desarrollar sistemas y elementos que sólo son válidos en estas carreras, con nula aplicación posterior en los coches de serie, por lo que la inversión se convierte, así, en un auténtico despilfarro. Máxime teniendo en cuenta que toda la gasolina que consume el Circo de la Fórmula 1 durante un año, sumando entrenamientos y carreras, no llega a lo que gasta un Boeing B 747 Jumbo en un vuelo Madrid-Nueva York-Madrid.

Valoración antigua

En Le Mans, la valoración del consumo de gasolina data de hace muchísimos años. Pero, entonces, el sistema consistía en una clasificación especial al índice energético, que valoraba la distancia, recorrida en las 24 horas de carrera, la velocidad media durante ese tiempo y el consumo de gasolina realizado.Para este año, sin embargo, como remate a una política de restricciones en el consumo, los organizadores de Las 24 Horas de Le Mans limitaron el consumo total de los coches en carrera a 2.600 litros. Teniendo en cuenta que al final de las 24 horas ininterrumpidas de durísima carrera el vencedor recorre unos 5.000 kilómetros; que en la larguísima recta de Les Hunaudiéres se alcanzan velocidades de 300 kilómetros por hora; que el promedio general, al final de la carrera, supera los 200 kilómetros por hora; y que la potencia de los motores de los coches aspirantes a la victoria es de casi 700 caballos, limitar el consumo de gasolina a unos 50 litros a los 100 kilómetros parece un contrasentido.

Esa es, precisamente, la razón que ha motivado la ausencia de la escudería oficial Porsche. Con ello, la edición de este año de la célebre carrera de resistencia -tercera del calendario del Mundial- queda bastante devaluda. Un hombre mítico como es el belga Jacky Ickx, cinco veces vencedor de la prueba, no podrá, así, intentar su sexto triunfo, que sería el tercero consecutivo en lo que va de temporada del Mundial.

Vuelve Jaguar

En esas condiciones, la escudería Lancia, pese a tener que renunciar a una buena parte de sus pilotos habituales, que estarán disputando el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1, tendrá grandes posibilidades de conquistar una victoria cómoda. Sería la primera de su historia. Para conseguirlo, alguno de sus tres coches tendrá que imponerse a los 16 Porsche 956 en manos de pilotos privados, a los Rondeau, a los WM-Peugeot y a la escudería oficial Jaguar. La marca británica ganó en cinco ocasiones en Las 24 Horas de Le Mans, todas ellas en la década de los cincuenta. Pero, en los últimos 20 años, Jaguar no había vuelto a participar de forma oficial en la más famosa carrera de resistencia del mundo. Pese al indudable componente romántico de su retorno, lleno de glamour, su falta de experiencia en una carrera de estas características le aleja de las posibilidades de un triunfo que no debería escapar a los coches italianos de Lancia.