España y Francia estudian el fin de la presencia de ETA en suelo francés

Representantes de los ministerios del Interior de España y Francia negociarán, antes de finalizar este mes, la futura situación jurídico-legal de los presuntos etarras residentes en el sur de Francia. Según fuentes españolas, ambas partes estudiarán las fórmulas para que ningún miembro activo de ETA pueda residir en el país vecino y, especialmente, para que ningún ciudadano español disponga de la carta de refugiado político que concede en Francia la Oficina para Refugiados y Apátridas.

No se han revelado los participantes en los contactos, la fecha y el lugar -en el que se celebrará la principal reunión de los negociadores, pero se ha indicado que posiblemente la reunión sea presidida en Madrid por los titulares de los departamentos del Interior de España y Francia, José Barrionuevo y Gaston Defferre, respectivamente. En las dos últimas semanas ya se han mantenido contactos previos entre altos cargos policiales de los dos países, ya que también se analizará la colaboración antiterrorista hispano-francesa durante los últimos meses.Según estiman las fuentes informantes, la puesta en marcha del futuro acuerdo se llevará a la práctica obligando a la mayoría de los etarras o ex etarras a abandonar el territorio francés por dos vías, ya iniciadas al comienzo de este año, aunque no con carácter general. La primera consistiría en deportar a los dirigentes de ETA y a los acusados de cometer delitos de sangre a países que estén dispuestos a acogerlos, como se ha hecho recientemente con Cuba, Venezuela o Panamá. La segunda vía, aplicable a presuntos terroristas no acusados de delitos graves, tendría por objeto ofrecer amplias posibilidades para acogerse a las fórmulas de reinserción social de etarras, a las que ya se han acogido 196 ex miembros de la organización.

Con respecto al balance de la colaboración antiterrorista, en medios policiales españoles se considera que en los últimos meses ha sido positiva, y citan como ejemplo las 17 deportaciones y 26 confinamientos de etarras registrados desde comienzos del presente año. No obstante, fuentes de la Administración francesa reconocen que el Gobierno español solicitó ya hace meses que fueran expulsados 50 miembros de las distintas ramas de ETA.

Por otro lado, un portavoz de la Embajada de Cuba en Madrid ha declarado que los siete etarras deportados a la citada isla, que disponen de cartas de refugiados de la ONU, se mueven con libertad y pueden abandonar ese país cuando lo deseen, siempre que el Gobierno correspondiente acepte acogerlos. El Gobierno cubano se comprometió con el español a permitir la permanencia de los etarras en Cuba hasta el 1 de noviembre, fecha en que el Ejecutivo de ese país decidirá si concede o no nuevos visados a los dirigentes de ETA, en el caso de que continúen allí. Página 15