El matrimonio y la declaración de la renta

Al efectuar la declaración de la renta de 1983 he comprobado la realidad de la injusticia que se comete con los matrimonios en que se da la circunstancia de trabajar ambos cónyuges, en cuyo colectivo me encuentro al contraer matrimonio el pasado año .La diferencia de trato fiscal sobre los ingresos entre una pareja (con dos declaraciones separadas) y un matrimonio (con una declaración juntando ambos salarios) se cuantifica en mi caso en la cantidad de 87.899 pesetas, originada al aplicar distintos tipos impositivos. Así, declarando separadamente resulta una cuota líquida de 450.262 pesetas (tipo medio del 19,72%. y 18,46%), y, declarando como matrimonio, la cuota líquida sube a 538.161 pesetas (tipo medio del 22,93%).

Una vez expuesto este agravio con las familias, que afecta a millones de españoles, yo pregunto a nuestros parlamentarios, al ministro de Economía y Hacienda y al Gobierno: ¿dónde está la igualdad de los españoles ante la ley (artículo 14 de la Constitución) y la protección de la familia (artículo 39)? No quiero pedir privilegios, solamente que se despenalice tributariamente a quienes nuestro único delito es estar casado y poder tributar individualmente con los porcentajes que corresponda anualmente-

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