El despliegue propagandístico de los partidos no atrae el interés del electorado alemán
Los democristianos (CDU) fletaron tres barcos que recorren el Rin y otros ríos en campaña electoral para el Parlamento Europeo. Los socialdemócratas (SPD) atraviesan la República Federal de Alemania de un extremo a otro con el circo de Katharina, que lleva el nombre de Katharina Focke, la cabeza de lista del SPD al Parlamento Europeo. Los liberales (FDP) organizaron un tren especial para Europa. Los verdes -ecologistas y pacífistas- se lo toman con más calma y se limitaron a una caravana verde y algunas fiestas aisladas.
Los partidos políticos de la RFA intentan, con todas las triquiñuelas habituales, conseguir atraer la atención del electorado que, cuando faltan dos semanas para el domingo electoral, se muestra indiferente y desinteresado.Las funciones del circo socialdemócrata (SDP) tienen lugar ante gradas semivacías; el euro-express de los liberales (FDP) se podría haber sustituido por una locomotora y un minibar; hasta uno de los barcos democristianos (CDU) encalló -todo un símbolo- cerca de Karlsruhe. Las elecciones al Parlamento Europeo despiertan más interés entre los cajeros de los partidos que entre los electores.
Las nuevas normas aprobadas por el Parlamento para subvencionar a los partidos en la RFA permitirán cobrar cinco marcos (275 pesetas) por cada voto, también en las elecciones europeas. Se calcula, que de los 220 millones de marcos (12.100 millones de pesetas), sólo se gastarán la mitad. El resto podrá destinarse a cubrir. el déficit.
Estas elecciones sólo tienen interés bajo una óptica no europea, la de la política interior. El socialdemócrata Hans-Jochen Vogel, jefe del grupo parlamentario del SPD en el Bundestag, abrió el fuego de la dicusión política interior cuando en el primer spot televisivo sobre, las elecciones europeas planteó el tema de la crítica a la amnistía penal para los infractores fiscales en el caso de la financiación a los partidos. Desde hace días, los spots democristianos tocan el tema de la huelga metalúrgica por la semana de 35 horas y tratan de presentar al SPD como "el partido de la huelga", que está dispuesto a acabar con el despegue económico conseguido bajo el Gobierno del canciller Helmut Kohl.
El eslogan central de la campaña de vallas del SPD confirma esta orientación de la campaña electoral hacia la política interior: "Haced que el cambio se tambalee". El cambio fue la formación de una coalición de Gobierno en Bonn con democristianos y liberales.
El canciller Kohl es el político que más ha orientado la campaña hacia temas europeos. Se trata sin duda de una estrategia electoral. Por su condición de jefe de Gobierno, Kohl puede perfilarse como político europeo de altura, al lado de los restantes jefes de Gobierno europeos en las cumbres comunitarias.
Kohl se ha volcado en estas elecciones europeas y participará en 14 grandes mítines democristianos en dos semanas, lo que representa un esfuerzo considerable para que "se tambalee el cambio". El canciller centra su intervención en la idea de dar un impulso a la unión política europea y dice en su discurso: "Queremos que de una vez se llegue a la integración política europea; queremos los Estados Unidos de Europa". En las elecciones europeas de hace cinco años, los democristianos (CDU) y sus hermanos bávaros de la CSU consiguieron un gran resultado, un 49,2% de votos, y en las elecciones del próximo día 17 no se espera menos.
Los socialdemócratas (SPD) obtuvieron un 40,8% de los votos en 1979, cuando gobernaba Helmut Schmidt, pero en las elecciones federales del 6 de marzo de 1983 sólo consiguieron un 38,2%. Si repiten el resultado de hace cuatro años, por encima del 40%, sería un éxito para el SPD. El SPD afronta el problema de que en las elecciones europeas la participación electoral será muy baja. Se prevé un 62%, que para la RFA es un porcentaje insignificante, si se compara con el 89,1 % que participó en las últimas elecciones federales. Las leyes de la sociología electoral dicen en la RFA que una baja participación electoral perjudica al SPD.
El 'circo de Katharina'
En el circo de Katharina, 11 artistas con los colores de los 10 países comunitarios, más otro con la bandera europea, forman una pirámide humana, que, como dice Focke, se consigue "porque unos se apoyan sobre otros y los más fuertes están abajo y cargan con los más débiles sobre sus hombros", una idea de la solidaridad necesaria en Europa.
El circo costará a las cajas del SPD 1,2 millones de marcos (66 millones de pesetas) y dará 55 representaciones en 36 ciudades. En muchas ocasiones las gradas estaban casi vacías.
Para los liberales (FDP), la elección europea es una de las primeras piedras de toque que registrarán el estado de salud del agonizante. Según una encuesta, el FDP sólo puede esperar un 3,5% en las elecciones europeas.
El porcentaje que consiga el FDP, que empieza a jugarse el ser o no ser, es el resultado más interesante de las elecciones europeas en la RFA. Los verdes -ecologistas y pacifistas- se muestran optimistas ante las elecciones europeas. El partido verde rechaza la idea vigente de Europa y se manifiesta partidariode una Europa de las regiones naturales, bajo unos principios ecologistas y pacifistas y fuera de los bloques militares.
Los verdes acordaron en su congreso europeo de Karlsruhe que los diputados deberán someterse a la rotación y dejar su escaño europeo en la mitad de la legislatura. La lista verde es una provocación al sistema. La número 2 es la periodista de Francfort Brigitte Heinrich, que fue condenada en un oscuro proceso por colaboración con terrorista. El número 3 es el periodista de Berlín Oeste Benedit Haerlin, que en una decisión judi cial insólita fue condenado por "apología de la violencia". El número 1 de la lista verde, el agricultor Graefe Zubaringdorf, asegura que un 8% sería un buen resultado, pero no excluye la posibilidad de llegar a un 10%.
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