Uno de los dos fiscales de la querella sobre Banca Catalana afirma que nunca ha aceptado presiones

José María Mena, uno de los dos fiscales que han elaborado la querella presentada contra Jordi Pujol y otros 24 ex consejeros de Banca Catalana, manifestó a este periódico que estaba últimando el recurso, que será presentado de inmediato, contra la decisión de la Audiencia de Barcelona de declararse incompetente para tramitar la querella. Mena afirmó que nunca ha aceptado presiones políticas de ningún Gobierno.Según José María Mena, "la decisión de la Audiencia fundamenta su incompetencia al considerar la ley orgánica del Poder Judicial como jerárquicamente superior al Estatuto de Cataluña y su desarrollo en el reglamento del Parlamento catalán, derivando la responsabilidad ante el Tribunal Supremo. Nosotros consideramos que el Estatuto es, por lo menos, de igual rango y que, por lo tanto, la Audiencia debe aplicar las leyes propias de Cataluña".

Preguntado sobre el contenido de la querella, se negó a dar ninguna información al respecto, señalando que "el hecho de que no haya habido en Cataluña ninguna filtración del documento, a pesar de circular varias copias entre todos los magistrados, significa que aquí se hacen las cosas bien, con seriedad, y muestra que en Cataluña existe un poder judicial verdaderamente independiente".

Poder judicial independiente

Respecto a las acusaciones que se han formulado de que el Gobierno socialista había ordenado la interposición de la querella, José María Mena indicó que "si nunca he aceptado presiones políticas, con el Gobierno de Suárez y con Gobiernos anteriores, no tenía por qué hacerlo ahora". Señaló también que "ofende que el presidente Pujol y 100.000 personas le insulten a uno". Según el fiscal redactor de la querella, "evidentemente sabíamos las consecuencias que se iban a derivar de esta tramitación, ya que no somos unos ingenuos, pero no por ello debíamos dejar de cumplir con nuestra obligación. No se puede pedir el procesamiento de una persona en función o no de las consecuencias que puedan derivarse". Consecuencias que, en el caso de José María Mena, llegan hasta los insultos y amenazas telefónicas a todas horas del día y de la noche.La obligación de actuar conforme a la ley no significa "que se pida la cabeza de nadie, sino que es el inicio de una investigación judicial que, contrastada con las pruebas que pueda aportar la otra parte, puede conducir a un desenlace distinto".

José María Mena, que se mostró reacio a efectuar mayores declaraciones, "ya que no tengo por qué justificar lo que es mi obligación", apuntó que, en cualquier caso, la presentación de la querella ha coincidido en el momento "en que Jordi Pujol es más fuerte que nunca".

Por lo que se refiere a la reacción del partido socialista y del Gobierno, indicó "que no les ha caído muy bien, ya que, a los políticos, no les gustan las cosas que se escapan a su control o a sus previsiones".