La mutua patronal de accidentes de trabajo Mapfre absorbe a Mutua Empresarial Catalana y obtiene la primacía en el sector
Mutua Empresarial Catalana ha sido absorbida, con efectos retroactivos desde el primero de enero, por Mapfre Mutua Patronal (de Accidentes. Con ello, esta última entidad, que en 1983 recaudó 14.970 millones de pesetas, se convierte en la más importante del sector. El acuerdo de absorción que fue alcanzado entre las respectivas juntas directivas, el pasado mes de diciembre, fue aprobado el pasado 18 de mayo por el Ministerio de Trabajo.La Mutua Catalana, fundada en 1933, al igual que Mapfre, contaba con una importante infraestructura en Barcelona, una plantilla de 270 trabajadores y una recaudación de 2.031 millones de pesetas en primas. La entidad estaba dirigida por Salvador Casanovas, que fue presidente y consejero del Banco de Barcelona y de Banca Catalana, respectivamente. Casanovas, afectado por la querella contra 25 ex consejeros de Banca Catalana tuvo una especial participación en la liquidación de Cervezas Barcelona y en la sustitución del inicial equipo redactor de la Gran Enciclopedia Catalana, cuando el equipo de Jordi Pujol se hizo cargo de la editorial y optó por introducir en ella algunos cambios ideológicos.
Entre los miembros de la Junta Directiva figuraba Josep Espar Ticó, jefe de fila del colectivo de accionistas minorítarios de Banca Catalana y animador de múltiples actividades culturales y artísticas de carácter nacionalista, en la línea de Convergéncia Democrática. Tras la absorción, Casanovas cesó en el puesto. La dirección de Mapfre está interesada en incorporar a su junta directiva a un representante de los asociados de la entidad absorbida.
Situación difícil
Mutua Catalana había llegado a contar hasta un total de 20.000 empresas asociadas, entre las que destacaba Banca Catalana, que se desvinculó de la Mutua hace unos dos años. El número de empresas afiliadas había descendido hasta 15.000 en los últimos años. Esta reducción fue debida en buena parte al impacto de la crisis económica que liquidó a muchas empresas del cinturón industrial barcelonés e incapacitó a otras para pagar las primas.Esta sensible reducción del número asociados originó una creciente infrautilización de los servicios asistenciales, con crecientes gastos de mantenimiento de cada vez más dificil sostenimiento. Mutua Catalana contaba en Barcelona con la Clínica Augusta -78 camas-, un centro de rehabilitación, un centro de medicina preventiva y nueve dispensarios de asistencia en casos de urgencia, repartidos por la provincia. Esta capacidad de oferta insatisfecha ha sido el elemento principal que motivó el interés de absorción por parte de Mapfre, que sólo disponía en la ciudad de una plantilla de 32 personas y escasa infraestructura. Los responsables de Mapfre no han entrado en el análisis de la gestión del pasado de Mutua Catalana y han señalado que en el nuevo organigrama de la entidad se han promocionado a muchos empleados procedentes de ésta.
El proceso de expansión por absorciones fue iniciado por Mapfre en 1979, cuando incorporó a Mutua Regional Gallega, con 150 millones de pesetas de primas, y seguido en 1983 con la incorparición de la Mutua Pesquera de Vigo, que contaba con 80 millones de primas.
La operación de absorción de estas entidades es extremadamente compleja por su especial regulación jurídica. Las mutuas patronales, que en 1983 recaudaron un total de 98.122 millones de pesetas, surgieron a principios de siglo como una iniciativa asociativa de los empresarios para dar cumplimiento a la naciente legislación sobre accidentes de trabajo. En plena República Española y bajo el mandato de Largo Caballero adquirieron una fuerte impulso, al registrarse un gran desarrollo de la legislación en materia de Seguridad Social. Tras la reforma de 1966 las Mutuas Patronales se convirtieron en colaboradoras de la Seguridad Social. Por esta especial regulación están sometidas a múltiples controles, como la inspección del Ministerio de Trabajo y la Intervención General de la Seguridad Social.
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