Kuwait, Arabia Saudí e Israel continúan su rearme en los mercados norteamericanos

Kuwait y Arabia Saudí, que se han visto involucrados en la contienda irano-iraquí tras los recientes ataques iraníes contra tres de sus barcos en aguas del golfo Pérsico, han iniciado una escalada para incrementar sus arsenales acudiendo al mercado norteamericano. Entre tanto, la aviación iraquí atacó ayer una estación de bombeo de petróleo en Jorramabad y la refinería de Tabriz, según un portavoz del Gobierno de Bagdad.

Kuwait se ha interesado por adquirir cohetes Stinger con lanzador portátil, mientras que Arabia Saudí se dotará de 1.000 misiles A-9L. Moshe Arens, ministro de Defensa de Israel, que en Washington ha contratado la fabricación de 75 nuevos aviones F-16, atribuyó a la URSS el envío de cohetes SS-21 a Irak, mientras desmentía que su país estuviera armando a Irán. Entre tanto, en las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad rebajó sustancialmente la propuesta de condena contra Irán realizada por los países del Consejo de Cooperación del Golfo, a los que Washington mostró su apoyo.Kuwait pidió ayer a Estados Unidos misiles Stinger del mismo tipo de los que Washington envió, un número de 400, a Arabia Saudí el pasado lunes, según confirmaron fuentes oficiales de la Administración norteamericana, citadas por la agencia Reuter. En días pasados, Estados Unidos envió a la capital kuwaití un equipo de expertos militares encargado de estudiar lo que Washington definió como "las necesidades de defensa de Kuwait" para eventuales provisiones de armas estadounidenses al Emirato.

Arabia Saudí, por su parte, comprará en los próximos días 1.000 misiles aire-aire del tipo A-9L, de acuerdo con la agencia France Presse. Estos cohetes pueden ser disparados en vuelo, de modo frontal, contra aviones enemigos, a diferencia de los misiles clásicos, que se guían por el calor de los reactores y que deben ser disparados hacia la parte posterior del aparato. Igualmente, Arabia Saudí recibirá aviones cisterna para alimentar en vuelo a sus aparatos F-15.

Recelo israelí

Algunos de estos envíos, concretamente los 400 proyectiles Stinger y las 200 lanzaderas portátiles cedidos por Washington a Riad, han sido vistos con recelo por Israel, cuyo ministro de Defensa, Moshe Arens, manifestó ayer en Washington su preocupación al respecto. Arens considera que los proyectiles pueden ser utilizados algún día por Arabia Saudí contra Israel.Sin embargo, Arens aseguró que este temor no era ampliable a los aviones cisterna norteamericanos que incrementarán el parque aéreo saudí, ya que los aparatos permanecerán bajo control norteamericano. Arens ha conseguido en Washington concluir un acuerdo con la compañía General Electric para fabricar los reactores de los 75 cazabombarderos F-16 Falcon encargados a Estados Unidos. Los reactores F-16 adquiridos anteriormente por Israel habían sido fabricados por otra compañía, Pratt and Whitney.

Arens aprovechó su estancia en Washington para revelar que la Unión Soviética había enviado cohetes SS-21, de gran poder y 170 kilómetros de alcance, a Irak. Sin embargo, el ministro israelí dijo: "No puedo confirmar esta información al ciento por ciento". La Unión Soviética envió cohetes Frog y Scud B a Irak en virtud de acuerdos previos a la guerra irano-iraquí.